Hoy quiero rendirle tributo y pleitesía a uno de
los vates más rutilante que ha tenido el Zulia; el saladillero Jairo Antonio
Gil Atencio; pero esta vez lo voy hacer con una reseña hecha por el
afamado periodista, músico, animador y uno de los avezados cronistas gaitero,
personaje muy versátil en el mundo de la gaita zuliana: León Magno Montiel
(pionero en el mundo digital de la gaita).
Considero muy completa esta reseña biográfica hecha
por León Magno, a la cual no hay que quitarle ni agregarle nada ya que todo
está dicho aquí de una manera maravillosa como él acostumbra hacerlo.
“ No sabemos cuándo se produjo la
elección, ni en qué momento fue ungido como el poeta predilecto de la reina. Lo
cierto es que sus versos son para ella, le pertenecen a la señora de los
cielos. Los poetas conscientes de la jerarquía del rapsoda escogido, lo
aplauden y le rinden abluciones y genuflexiones sin chistar. El señalado, hace
cánticos para la dama del algo. Él nació el cuarto día del febrero febril, del
48, en la barriada El Saladillo, la antigua cantera de sal frente al lago.
Exactamente en la calle Los Biombos, sector donde nació el gran maestro Rafael
Rincón González en 1922. Allí también nació la fe que mueve su alma, el
magnetismo que como un cordón de plata lo une a la madre celeste.
Desde niño fue a su templo a
visitarla, y a diferencia de sus vecinos, él le rezaba en versos, con una
facilidad para la rima que los prosistas no lograban comprender. Lo miraban con
el mismo asombro que un artesano terrenal observa a los acróbatas. Su nombre es
Jairo Antonio Gil Atencio, el niño trigueño que se asumió como gaitero, que
acompañaba a su madre Corina Atencio el primer domingo de diciembre para
presenciar la aurora de la Virgen. Esa devoción mariana la aprendió de su
madre, a quien llamaba Macorina, mujer piadosa que cada tarde escucha el
rosario en la voz del padre Olegario. Su padre fue Ciro Gil, trabajador por
muchos años de la molienda de café “Fuente de hierro” ubicada en los
alrededores de la Plaza del Obrero en la calle Los Andes del confín
saladillero.
Jairo Gil comenzó a gaitear en
parrandas caseras, tocaba la charrasca cuando se daba una gaita en casa de
vecindad. Profesionalmente se inició con Los Sabrosos en 1962, en esa divisa
conoció a Ricardo Aguirre González, el cantor nueve años mayor que él, quien se
hizo su hermano. Con esa agrupación Ricardo le grabó las primeras
composiciones. Luego coincidieron en Cardenales del Éxito en 1964, la primera
composición que hicieron juntos fue “Mi chinata” en tiempo de danza:
Por los caminos al mar
se veían las batidoras
ir a la playa en la aurora
para la ropa lavar”
(Gil-Aguirre, 1966)
MI CHINATA
En 1966 se encontraba en Caracas
el día de la Virgen, el 18 de noviembre, había ido a la capital a cumplir
compromisos musicales. En medio de la soledad y la nostalgia, evocó a su reina
de tez oscura, tomó un papel y de un tirón plasmó su célebre “Reina Morena”:
“Entre una
lluvia de flores
se pasea una
princesa
y San Juan
de Dios le reza
cánticos
de poesía
yo la vi
cuando venía
placentera
y satisfecha
por la
gran calle Derecha
a su
pueblo bendecía”.
REINA MORENA
Cuando Ricardo Aguirre se marchó
al conjunto Saladillo en 1967, Jairo lo acompañó, le dio sus mejores gaitas.
Con esa divisa grabó “Dos madres antañonas”:
“La China
Virgen es gloria
de amorosa
devoción
Santa
Lucía es historia
de sublime
redención”
DOS MADRES
ANTAÑONAS
Creció su prestigio como autor,
mostraba una especial conexión con lo místico y las tradiciones. El conjunto
Saladillo de RQ le grabó “La esquina del recuerdo” en las voces de Germán Ávila
y Douglas Ochoa en la temporada 1978:
“Se nos
fue un pedazo
de aquella
genuina tradición
la esquina
de Mc Gregor
fue lo más
puro de lo antañón
el sitio
del bardo Udón
de los
chistes y piropos
por eso
cuando la evoco
me
embriago de la emoción”.
LA ESQUINA DEL RECUERDO
Sus composiciones le han valido el reconocimiento
público, así como importantes galardones en el ambiente: obtuvo el premio a
Gaita del Año del Festival Nacional de Gaitas “Virgilio Carruyo” en 1979 con
“Rapsodia gaitera”, interpretada por Daniel Méndez con Los Zagales del Padre
Vílchez:
“Te quiero
gaita querida
como si
fueras mi hija
tus versos
me regocijan
tu
estribillo me estremece
y mi
sangre se enardece
con tu
sabia cantarina,
tan
popular y genuina
que mi
cuerpo, se adormece
y se queda
quieta como arrullada
por eterno
amante en las madrugadas”.
RAPSODIA
GAITERA
En 1981 obtuvo todos los reconocimientos con “Dos
regalos” y en 1982 con “Señora de mis pensamientos”, ambas interpretadas por
una cantante mística: Carmencita Silva, acompañada por el Barrio Obrero de
Cabimas.
DOS REGALOS
Para los cronistas de la gaita,
en el Zulia se erigieron dos compositores como pilares de ese canto: Jairo Gil
con sus versos de amor a la Virgen y Luis Ferrer con sus odas al lago. Así el
país gaitero los fue conociendo como “el poeta de la Virgen” y “el poeta del lago”
respectivamente. Por ello cuando nació la divisa Los Chiquinquireños, el grupo
devocional que canta a la patrona, el primer convocado fue Jairo. En esa
primera producción compuso “Rompo a llorar”, a seis manos junto a Astolfo
Romero y Heriberto Molina, en 1998:
“Rompo a
llorar
al ver tu
rostro moreno
y de un
gran fervor me lleno
saladillero
cabal.
Me pongo
sentimental
me provoca
como antojo
lanzarle
un verso a tus ojos
y salir a
parrandear”.
ROMPO A LLORAR
Han surgido temas emblemáticos
como “Por tanta veneración” (2007), “Misterios chiquinquireños” (2009), “La
estampita”, que se han convertido en clásicos de la ofrenda a la Virgen en las
ceremonia de su bajada el último sábado de octubre y en la aurora. En
“Misterios chiquinquireños” se atrevió a inquirir a su Patrona, le cantó:
¿Por qué Astolfo dejó el mundo terrenal justo al terminar de grabar “Tu
ave cantora”? ¿Por qué la Virgen bendita prefirió la humilde ermita antes que
la catedral? y ¿Por qué al Monumental a diez días de su viaje le tributó un
homenaje al no salir de su altar?
POR TANTA
VENERACIÓN
MISTERIOS
CHIQUINQUIREÑOS
La amistad que Jairo forjó con
Ricardo Aguirre en 1962 se vio truncada por la muerte violenta del cantor el 8
de noviembre de 1969. Pero tuvo continuación a través de su hermano Renato
Alonso. Con él ha compuesto al alimón, ha realizado programas de radio y lo ha
acompañado en sus proyectos musicales. Uno de los más importantes fue la
creación de la divisa La Dinastía Aguirre, gracias el patrocinio del empresario
Antonio Moschella y el concurso de los sobrinos e hijos de Renato Aguirre. Con
esa agrupación grabó el tema “Calle Santa” en 1995, lo vocalizó Ricardo Aguirre
Suárez:
“La
Chiquinquirá en San Juan de Dios sabía
que
Aguirre le cantaría allá en la Calle Derecha
La
serenata en su fecha, la mejor que le daría”.
CALLE SANTA
Jairo va por la vida repartiendo
versos, es un repentista natural, hace rimas al vuelo por cualquier hecho que
se produce a su alrededor. Esa cualidad le ha dado una distinción especial,
participaciones muy brillantes en eventos como la ceremonia del Día del Gaitero
realizada en el Teatro Baralt. Esa habilidad innata también la desarrollaron
Antonio Briñez, Francisco Cano, Chinco Rodríguez, Francisco Machorro Morales,
Víctor Hugo Márquez, Heriberto Molina. En una ocasión, Jairo estaba orando en
la soledad del templo Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, antes de una homilía
en homenaje a Luis Ferrer, y allí lo sorprendió Francisco Machorro Morales y
recitó al instante:
“Ese de
espaldas lo he visto
y se llama
Jairo Gil
paradito
en el rigth field
y mirando
a Jesucristo”.
(Morales, 1984)
Genial fue el encuentro con el
compositor más admirado por Astolfo Romero, el bobureño Chinco Rodríguez, quien
visitaba a Maracaibo invitado por Pedro Colina. Sobre ese encuentro Jairo me
relató que al verlo, él se acercó jubiloso a darle la mano a Chinco, y éste le
dijo:
“Mamá con
dolor profundo
antes de
morir me dijo:
me voy y
dejo a mis hijos
a los desprecios
del mundo”
(Rodríguez, 1973)
Cuando me ha tocado entrevistar a
Jairo Gil, he tenido la impresión que habla con tanta o más rapidez en versos
que en prosa, con una pasmosa prontitud rima las ideas para darle respuesta a
cada pregunta, a cada emoción que va sintiendo. Cuando entra a un estudio de
radio o televisión lo tapiza con sus versos.
Uno de sus mejores intérpretes ha
sido Daniel Méndez, el barítono de San Francisco que fue llamado “el niño de la
voz azul” por el Padre Vílchez en la década de los 70. En su voz quedaron
inmortalizados los temas “Rapsodia gaitera” en 1979 y “Gaita brava, gaita
humilde” de 1980 y “Reina del folclor” gaita orquestada (1980). También destacó
como vocalista Carmencita Silva Narváez con sus temas acompañada del Barrio
Obrero de Cabimas, Douglas Ochoa con su voz recia hizo éxito más de veinte
gaitas, entre esas: “No se puede con mamá” y “Serenata a mamá”:
:
GAITA BRAVA,
GAITA HUMILDE
REINA DEL
FOLCLORE
“Porque yo
aquí le traigo a mama
esta gaita
sabrosa y zuliana
al compás
de una hermosa mañana
que sabe a
la música de navidad”
SERENATA A
MAMÁ
NO SE PUEDE
CON MAMÁ
Otro solista que lo ha
interpretado magistralmente es Ricardo Cepeda, en el año 1989 colocó en la
cartelera nacional dos temas: “La historia de la grey” y “Mi vida es cantar”
con el respaldo de la agrupación VHG:
“Nacido en
esta tierra
bajo el
más ardiente sol
mi alma de
cantor
a ella se
aferra
blandiendo
cual blasón
mi voz la
aclama
derramando
en mi pueblo el corazón”.
MI VIDA ES
CANTAR
LA HISTORIA DE
LA GREY
Sin duda, ese tema es un homenaje
a la destacada carrera artística de Ricardo Cepeda, el heredero del maestro
Aguirre González.
Jairo es un hijo de febrero,
nació en sus días, comparte esa marca con Neguito, Astolfo, Jaime Indriago,
Eurípides Romero, Jorge Luis Chacín. Todos signados por una gran inventiva,
gran fuerza creadora. A ellos los mueve una pulsión de crear, de hacer versos
para expresar como perciben de la vida. Van por las calles del mundo
llenándolas de belleza con sus palabras, son parte de ese conjunto de funciones
que resisten a la muerte: son la vida misma.
Con sus tres hijos, todos tienen
por segundo nombre “Chiquinquirá”. Con dos hermosos nietos, Jairo Antonio Gil
Atencio pasa sus días en las veredas de San Francisco, municipio que ha
aprendido a querer. Es un creador con plena vigencia. Yo aspiro, sea nombrado
presidente de la Fundación de la Gaita del Estado Zulia, que esté al frente de
esa labor de sembrar la gaita en las escuelas.
Es grato rememorar la escena que
vivió junto a su fraterno compañero Ricardo Aguirre, cuando entonó por primera
vez “La grey zuliana” en 1968 en casa de su madre Macorina, y años más tarde la
hizo verso que describía lo sucedido: “en las notas que cantaba se le quebraba
la voz”.
Ahora entiendo el porqué la reina
del cielo lo eligió como su poeta, Jairo es el rapsoda ungido. Lo dotó de musa
prodigiosa y cada 4 de febrero le envía una lluvia con luceros como señal de su
compañía.
AL GRAN JAIRO GIL, DIOS LO BENDIGA POETA ”
EL POETA DE LA CHINA
Fuente: León Magno Montiel
Bueno apreciados
amigos, nos veremos en otra oportunidad en la cual espero hacerles entrega de
unas crónicas e investigaciones muy interesantes que estoy llevando a cabo en
los actuales momentos.
Jack, desde el cielo danos tu
bendición.
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