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.- Calles de Maracaibo (parte I)



CALLEJONES DE MARACAIBO Y EL ORIGEN DE ALGUNOS DE SUS NOMBRES POPULARES

El Callejón de “Los Miaos” .- Se le llamó así debido a la costumbre que tenían los montunos de hacer una parada en el lugar para que sus bestias (burros y mulas) orinaran en el lugar antes de entrar al centro de la ciudad a vender sus productos agrícolas y otros como leche y carne. Este callejón estaba situado entre la Calle Ayacucho y Calle Padre Añez, específicamente en un área terreno desocupado, ubicado en la Calle Derecha, que luego pasó a ser la Calle Ciencias. En el lugar que ocupaba el referido callejón se construyó luego el recordado Cine Odeón.

El Callejón de “Los Agachaos” .- El origen de su nombre se debe a que a su lado existía un barranco que en su fondo se encontraban varias casitas, con los techos muy bajos, que desde lo alto de la carretera, daban la impresión de estar aplastadas. El callejón estaba situado al borde de un acantilado en la carretera de Bella Vista y la Calle Nueva Belloso hasta llegar a la Calle San Luís junto al hatico llamado Los Tres Pesos” que era o es considerado como el comienzo de Bella Vista. Era un ondulado y tortuoso caminito donde predominaban los zanjones. A su paso existía un basurero lleno de desperdicios y  detritus. Con el pasar del tiempo, el lugar fue rellenado y se aprovechó el espacio para construir en él la conocida y popular Plaza Páez en el año 1944.

El Callejón del “Maíz” .- Este nombre se le asignó a la cuadra comprendida entre su desembocadero de dicho callejón a la Plaza Baralt hasta su intersección con la Calle Vargas, haciendo un pequeño recodo para seguir con el de Nueva Zamora en su prolongación al sur-oeste. Su nombre se debió a que de un lado de ese callejón se encontraban los fondos de los negocios existentes en la Calle Comercio y del otro existían locales destinados a depósitos de maíz (Belloso, ob. cit.:750).
 

Calle Colón Principios del siglo XIX (Comp. Ebert Romero)

El Callejón de “La Mona” .- Se encontraba o se encuentra ubicado justo en la mitad de la calle popularmente conocida como Calle Unión y que se extiende hasta la Avenida Libertador interceptada en su mitad por la Calle El Mandador. Su nombre se debe a que según información aportada por unos saladilleros (en Molero, 2005:15), de noche a quien se atrevía a transitar por el callejón se le aparecía una mona que le caminaba de manera silenciosa por detrás. Elías Sánchez rubio (ob.cit.: 14-17) en su obra Calles-Plazas-Aledaños, refiere que el mono pertenecía a un negro alto, musculoso de nombre Narciso González, conocido por el apodo de “ÑoZamurito”. También tenía una mona que junto con el mono los mantenía amarrados en una antigua embarcación que tenía varada en el patio de su casa, en la punta de proa a uno y en la popa al otro. Pero el mono que tenía sus instintos muy desarrollados se sabía soltar de noche y se iba a la calle a cometer sus fechorías. Esto llevó a que se corriera el rumor de que el diablo andaba suelto por las noches en esa calle, asustando constantemente a sus habitantes. “El Callejón de la Mona”, como se lo nombró equivocadamente, ya que, era un primate del sexo masculino el que por sus andanzas en esa calle llamó la atención y puso en jaque a los habitantes de la calle, llegando a infundir tal pánico que ya nadie se atrevía a transitar por el callejón, “pasado el toque de las animas”.


Una antigua Calle de Maracaibo con Bomba (estación de servicio)

El Callejón de “La Gallera” .-  Con este nombre se conoció antiguamente a la Calle “Vargas”. En ese entonces corría por ella una cañada. Su nombre se originó del hecho de que en ese callejón existió una gallera muy conocida, ubicada en la esquina de la Calle Venezuela, cerca de una casa, que tiempos atrás ocupó el diario católico “La Columna”. Esta gallera la mando a incendiar e el año 1872 el General Venancio Pulgar, debido a que a él no le gustaba que su hermano el General Rafael Pulgar, que en ese entonces era el Jefe de la Policía en Maracaibo, jugara gallos en el lugar y mucho menos,  justo en el momento en que él lo solicitaba y como nunca aparecía, ordenó que le metieran candela. De generación en generación a trascendido que en el momento en que el general Venancio Pulgar dio la orden de quemar la gallera, se encontraba bajo los efectos del alcohol. (Matos. Ob. Cit.: 56).

Callejón de “Los Cogollos” .- Este callejón viene siendo la misma Calle “Los Andes”. Cuenta Matos Romero (ob.cit), que el nombre le vino, porque desde el desaparecido pueblo “Las Garcitas”, ubicado en la costa sur del lago, llegaban las piraguas al puerto de Maracaibo con cargas de haces de fibra de “paja de lucateva”, con la cual las mujeres residentes de la calle en su mayoría fabricaban unos sombreros de cogollo que fueron muy populares en Maracaibo. De ahí, que todos los compradores de tan indispensable prenda de vestir de la época llamaran a dicha calle como con ese nombre. Sobre el nombre de este callejón, Elías Sánchez Rubio refería que:
“Centro y emporio de la hoy difunta industria fue el proyecto de calle que aún hoy se conoce con el nombre de ‘El Callejón de Los cogollos’, en alusión  a las voluminosas cargas de palma que a él llegaban de continuo, para salir a poco transformadas en incontables y grandes gruesas de amplios sombreros, destinados a defender del sol y de la lluvia las cabezas peinadas en forma de ‘cola de pato’ de los contemporáneos del Catón y de los revólveres de pitoguito”.


Un angosto callejón de Maracaibo (Compilación Hebert Romero).

         El apodo de ese callejón inspiró a algunos maracaiberos para improvisar décimas como la dedicada supuestamente a la Ñata Barbarita, o la Chinga Bárbara, celebre en la ciudad por el número de sombreros de cogollo que remataba al día, y  la cual, la ofrecemos a medias, porque el autor de la obra no se atrevió a transcribirla en su totalidad y que al final del verso, sobre su nariz chinga, decía así: Y para tejer cogollo no le estorba la nariz”

Callejón de “Los Sapos” .- Los mismos vecinos del lugar, fueron los que bautizaron al callejón con ese nombre, porque en esos tiempos, existía en el lugar una proliferación de sapos, que se reproducían en grandes cantidades en unas charcas, que existían en el sitio y que se formaban en tiempos de lluvia. Eran tantos los sapos, que era común verlos meterse hasta en las casas y los vecinos se veían en la necesidad de sacarlos  escobazos todos los días, porque en las noches eran insoportables el ruido que producían con su constante croar. Este callejón estaba ubicado en la Parroquia Santa Lucía, cerca de la iglesia del mismo nombre y la antigua Calle “Norte”.


Calle Ciencias (Compilador: Ebert Romero)

Callejón de “La Mochila del Padre Añez” .- Su nombre se debe a que en  el lugar construyeron una cuadra de casas que quedaron encerradas, formando como una especie de recodo con forma de “Mochila. De allí, que los vecinos le dieran ese nombre. Matos Romero  en su obra  “Maracaibo del Pasado” (ob. cit: 61), nos dice que la calle donde estaba ubicado  el referido callejón era la Calle “Sucre” y desemboca en la Calle “Pascualito”, formando un recodo con la Calle “Padre Añez”.  También refiere que en el barrio Santa Lucía existía otra “mochila” situada en la Calle “Baralt” y la llamaban así porque también existía una casa que servía de tapón con figura de una “mochila” que obstaculizaba el tránsito por ella. Este callejón, según Elías Sánchez Rubio (ob. cit.: 39), era continuación y complementaba la hoy Calle Baralt, su nombre es originario de la inventiva popular motivado a su forma larga, estrecha y cerrada por uno de los extremos, lo cual le imprimía grandes parecidos con un costal de los que se usaban en aquel entonces para empacar azúcar. Sobre el porqué de dicho mote comenta textualmente lo siguiente: “En efecto: entrar en dicho callejón es como meterse en un saco…”.

Maracaibo. Calle transversal a la Plaza Baralt que pasa paralela al antiguo Colegio de Varones (Comp. Ebert Romero)

Callejón de “Los Grillos” .- ubicado en la parroquia Santa Lucía al lado de la Cárcel Pública, (que luego pasó a llamarse Retén Policial de Maracaibo), muy cercano del lugar llamado “El Guariquito” y del edificio donde se publicaba el diario “Crítica”. Su nombre se lo debe  la gran cantidad de grillos que  salían de la cañada y que invadían de noche las viviendas del sector, perturbando el sueño de sus habitantes con su estridente chirrido.

El  Callejón de “La Vacuna” .-  Estaba situado en el barrio “El Saladillo. Cuentan los cronistas que ese nombre se le asignó al callejón, porque en el año 1898 fue decretada oficialmente la vacunación contra el virus de la viruela y sus habitantes, eran opuestos a vacunarse por temor a la inoculación. También existen referencias de que el nombre so originó, porque en el lugar  asesinaron a un señor de nombre Matías Arrieta de una puñalada entre el cuello y el omoplato y por esa circunstancia y dado a que en esos momentos se encontraba la campaña de vacunación en pleno apogeo, los vecinos referían que al muerto lo habían “vacunado”, confirmando este hecho aún más el nombre en referencia.

Callejón del “Murciélago” .-  Era una especie de callejuela que desembocaba en la Calle Ancha. Su nombre derivó de un extraño hecho que se suscitó en una casa del lugar donde un niño extrañamente iba debilitándose cada día más y su madre trataba de alimentarlo con su leche, pero a su pesar, el niño empeoraba cada día más. Los médicos habían agotado sus recursos, hasta que llegó un curandero que de manera curiosa envolvió una panza de res inflada en un pañal y colocándola en la cama del niño se dispuso a velarla toda la noche y cuál fue su sorpresa al notar que un negro y mal oliente murciélago llego a morder la panza y al reventar cayo desconcertado. Esto los llevó a concluir que el murciélago chupaba la sangre del niño por el ombligo todas las noches y a su madre le succionaba la del seno, por lo que tampoco recibía la leche materna. A partir de entonces los vecinos de la calle empezaron a llamar a la referida callejuela como Callejón del Murciélago. (Sánchez, ob.cit).

Un típico Callejón de la vieja Maracaibo (Compilador: Hebert Romero)

Callejón de “Los Pobres” .- Se extiende por un largo trecho de lo que es la Avenida Páez. Ese nombre se originó cuando un grupo de comerciantes informales toma la Avenida Páez desde el lugar donde se encuentra el antiguo templo de San Felipe hasta el antiguo Paseo Colón, se establecen en sus aceras para vender su mercancía compuesta de ropa o calzados y otro utensilios adquiridos al por mayor,  producto de algunos remates de tiendas, lo que les permite vender a precios muy bajos. Por lo mismo, casi  toda la población zuliana se dirige al callejón en búsqueda de hacer rendir un poco más sus reales.

Callejón Victoria (Avenida 11) .- Este callejón forma parte o es donde nace la Avenida 11, Es aledaño al tradicional Callejón de los Pobres” y ubicado detrás del centro comercial San Felipe. Se le están haciendo labores de reorganización para beneficio del comercio informal, que en el casco central impulsa la municipalidad. Parte de los 300 comerciantes informales colocados  en la Avenida 11, detrás del centro comercial San Felipe, serán reubicados en la misma zona. (Google / Un Nuevo Tiempo es democracia social/ En entrevista a Ana Haydee Morales).

Callejón “El Cascajal” .-  Hoy conocido como Calle Santa Lucía. Convergía en las cuatro esquinas de El Empedrado, donde otrora se planearon muchas de las peleas que sostuvo el barrio El Empedrado contra el barrio El Saladillo. (Matos, ob. Cit.: 52).

Callejón “La Represa” .- Situado inmediato a la hoy plazoleta “Valerio Toledo”. Su nombre se originó por la existencia en el lugar de un muro de madera (palos clavados de punta), sostenido con piedras, caliche y barro, que servía para contener las aguas de la quebrada que pasaba por ese sitio, adyacente a la Calle “Periquito a Pie”. Matos, idem: 54).

OTROS CALLEJONES DE MARACAIBO

De estos callejones pude ubicar sus nombres populares, pero aún no he conseguido información sobre el origen de ellos.

Callejón “El mandador”
Callejón “El Bajito”
Callejón “El Tapón”
Callejón de “La Gaveta”
Callejón de “Los Burros”
Callejón “El Cascajal”
Callejón de “Andrés Espina”
Callejón “Los puñales”

 CALLES DEL VIEJO MARACAIBO

         Muchas de las calles del Maracaibo de antaño han desaparecido, otras han perdido sus nombres, pero de todas ellas aún se conservan recuerdos imborrables. Ni el cemento, el hierro, el acero y mucho menos las nuevas nomenclaturas han podido hacerlas olvidar.

Los nombres populares que otrora le designaba el pueblo a las calles y callejones de la ciudad forman parte de la rica estampa maracaibera del pasado que tienen sus raíces en la viveza e ingenio de su gente y por tanto no son nombres designados por las autoridades para la nomenclatura oficial, pero si forman parte, dentro del rico folclore zuliano, de la idiosincrasia del maracaibero. Pocos de esos nombres tan peculiares se deben a alguna leyenda o tradición histórica que revisten cierta importancia. La mayoría tiene su origen en los más diversos motivos e insignificantes hechos suscitados en los barrios donde se encuentran o encontraban estas calles.

Maracaibo. Antigua Calle del Comercio o Calle 99 (Colección Allen Morrison)

Estos nombres de calles, que llamamos populares, son aquellos que los mismos pobladores le asignaban a las calles donde residían.  No eran escogidos por simple capricho o por una imaginación sin fundamento. Dichos nombres, tenían todos su razón de ser y en su escogencia, jugaban un papel muy importante varios factores, que podían ser bien sea, la jocosidad, la creatividad o la misma idiosincrasia del marabino. Lo cierto es, que estos nombres, desde el primer momento en que le fueron asignados a ciertas calles de Maracaibo tenían un fundamento racional. (Molero, ob. cit.: 14).

 En la investigación que pude realizar sobre estos populares nombres de calles, logré conseguir algunas explicaciones sobre el origen de los mismos.

Calle Independencia” .- Era una de las calles más antiguas y angostas de la ciudad de Maracaibo. Era típica del estilo “colonial” español, muy similar a la Calle Zamora. Era tan estrecha que los balcones de las casas de uno y otro lado de la calle quedaba tan próximos que se podían comunicar en caso necesario, muy fácilmente, las personas de una u otra banda, con la instalación de una escalera que era colocada de un balcón al otro. Se dice que en esta calle vivían a mediados del siglo XIX, las personas que formaban parte de la aristocracia de la ciudad.

Calle Ciencias .- Antiguamente esta calle era llamada “Calle Derecha” porque era conocida como la calle más recta de la ciudad. Luego recibió el nombre de Ciencias porque en ella existían las edificaciones de la antigua Universidad del Zulia (Matos, 1967:41), ubicada al lado del Convento de San Francisco, entre la Calle Colón y Calle Vargas.

Calle El Silencio .- Fue bautizada con ese nombre por el pueblo porque en ella, cuando se formaban trifulcas o se cometía algún crimen, ninguno de sus moradores daba alguna pista a las autoridades que les permitiera descubrir o localizar a los protagonistas de los hechos. Al respecto reinaba un total silencio, lo que permitía que los delitos quedaran impunes, porque los vecinos o testigos se negaban a declarar nada que comprometiera a los autores de los hechos, limitándose solamente a decir que no habían visto ni oído nada, por lo tanto las autoridades competentes no podían descubrir y aplicarle la ley a los actores de los delitos. Los vecinos se encerraban en un silencio total. Esta calle estaba ubicada en el barrio “El Saladillo”, pero existía otra calle con el mismo nombre (por el mismo motivo arriba indicado), en la parroquia Santa Lucía, situada detrás de la antigua Cárcel Pública cuyos lados estaban ocupados por una serie de ranchos donde abundaba la insalubridad.

Calle de “Los Muertos” .- Ubicada en El Milagro por los lados de la cañada “Brasil”, detrás de la Cervecería Zulia. Se le dio ese nombre porque los vecinos del lugar afirmaban en tiempos remotos que en ella merodeaban algunos fantasmas, difuntos y “aparecidos” a altas horas de la noche. Igualmente se hablaba de la presencia de muertos y fantasmas en un callejuela anexa que tenía el nombre de Callejón de “Los Muertos”, ubicado un poco hacia la Calle Norte de Santa Lucía.  El rumor de que tanto por la calle como por el callejón los transeúntes eran perseguidos por fantasmas y aparecidos en la oscuridad, llevó a que las personas no se atrevieran a pasar en las noches por dichos lugares. De allí, que en su acontecer histórico, las referidas Calle y Callejón, recibieran el nombre de “Los Muertos”. 


Plano antiguo de Maracaibo del siglo VII (29 de julio de 1693)

Calle “Los Bollos” .- Existía entre la Calle “Padilla” y Calle “Carabobo”. El motivo del nombre fue producto de los riquísimos bollos envueltos en hojas de “bijao”, que elaboraba una laboriosa señora residente en el sector y que llegaron a obtener gran prestigio y fama en toda la ciudad. Eran tan famosos los bollos que todo el vecindario los compraba y por su sabor y exquisitez venía gente de otros lugares a comprarlos. La calle estaba comprendida entre el templo de Santa Ana y la cabecera del Puente Lares, era para aquel entonces una especie de callejón donde se acumulaba toda la basura del vecindario.  Esta antigua calle recibe hoy el nombre Calle “Boyacá”, nombre que le sienta muy bien por hallarse según Sánchez Rubio “… entre la Columna de la Libertad y la Plaza Padilla. Esto es: en plena epopeya.” (ob. cit.:59).

Calle de “Los Locos” .- Estaba ubicada en la cercanía de la Plaza Urdaneta y su nombre se debe a que en ella vivían en ese entonces varios dementes que por su condición de enajenados mentales eran sometidos a la burla por parte de los niños y jóvenes del barrio. Una de esas burlas era regalarles platos rotos de loza que inmediatamente se ponían a redondearlos en forma de moneda porque ellos pensaban que así se convertían en monedas. Algunos de los locos se ponían furiosos con algunas de las bromas de los jóvenes paro la mayoría tenían buen carácter. 

Calle de “Los Cachos” .- Manuel Matos Romero (1967: 75), refiere que esta calle estaba inmediata al antiguo matadero viejo de Maracaibo, vecino al Zamuro, cerca de la Plaza Urdaneta y que su nombre se debió a que en esta calle, los matarifes que habitan dicha calle, tiraban en ella los cachos de las reses que beneficiaban en el vecino Matadero de Bella Vista. Así que no recibió ese nombre por alguna maliciosa circunstancia relacionada con la honestidad de las señoras. El nombre en cuestión viene de un espeso cují que existía en el lugar. Este espinoso matorral se fue convirtiendo de la noche a la mañana en un matadero público; y como las calaveras de las reses beneficiadas en el sitio eran arrojadas en los alrededores, este improvisado osario fue bautizado al poco tempo con el nombre de la Calle de los Cachos. Algunas referencias sobre esta calle refieren que el lugar donde estaba el espeso cujisal es donde hoy se alza solemnemente el monumento al prócer, General Rafael Urdaneta. (Sánchez, 1981:2).

Calle “El Jabón” .- Así se le llamaba a la parte de una calle comprendida entre la Calle Bolívar y la Calle Comercio, porque existía en ella una especie de barro que cuando llovía se ponía tan resbaladizo que tanto la gente como los animales, coches y carretas que pasaban por ahí,  resbalaban como si pisaran un jabón. (Matos: ídem).

Calle “El Tapón”.- Este nombre se originó debido a que en la Calle Zamora, ubicada cerca del templo San Felipe, se encontraba una casa que se interponía en el paso como una especie de tapón, al final de la Calle El Milagro. Anteriormente fue un sitio peligroso de la ciudad, donde existían muchos botiquines y el lugar preferido para vivir de muchas prostitutas, por lo que comúnmente era frecuentada por gente de mala calaña: pendencieros, maleantes y bebedores de licor. Según Bozo (s/f: 47), que tuvo la oportunidad de caminarlo, “este callejón medía no más allá de sesenta metros de largo” aún cuando creía que se excedía. En una oportunidad, Olimpíades Galué, el dueño de la muy recordada “Botica Occidental” le comentaba al Padre Núñez, “Ese tapón es una cosa seria; allí no hay más que mujeres de vida alegre.” A los jóvenes de buena familia les recomendaban no pasar nunca por ese calle, puesto que las mujeres que la frecuentaban eran prostitutas que le gustaban mucho los jóvenes de ese tipo y eran muy atrevidas con ellos al extremo que la tentación los hacía caer en sus garras, pero lo peligroso de eso, era que estas, en su mayoría padecían cualquier tipo de enfermedad venérea. (Ídem: 48).

Calle del Cristo .- Era un fragmento de la Calle Carabobo que comprendía la cuadra entre la Calle Obispo Lazo y la Calle Aurora y su nombre se lo debió a un gran Cristo que se veneraba en una de las casas de la calle adornado  con grandes luces y se le rendía culto con muchas oraciones. En esta calle se le dio vida por mucho tiempo a la aparición de la “Viejita del Candil” lo que llevó a que la calle apenas eran las nueve de la noche quedaba totalmente desierta y los habitantes tenían la obligación de prender un farol todas las noches en la ventana que daba para el frente de la calle. “… Hasta que llegó la luz eléctrica…con la cual no hay candil que valga ni muertos que den ruido… a menos que no sean los mismos vivos los que se disfracen de difuntos…”.

Calle “Fuego Vivo” .- Esta calle debe su nombre a que en el lugar, diariamente se observaban pleitos y riñas con revólveres, peinillas, etc. especialmente en las horas nocturnas. La calle estaba ubicada en el barrio El Saladillo. Los pleitos se producían no solamente entre hombres. Las mujeres también tenían parte en el asunto. La calle era también el dominio de un tipo pendenciero y muy peligro apodado el “Turco Telémaco” que tenía el sitio como su centro de acción. Todas las casas de esa calle fueron incendiadas en tiempos de la “Revolución de los Peludos”, con el propósito de que, cuando los soldados acudieran a apagar el fuego, “Los Peludos”, poder entonces tomar los cuarteles abandonados. De allí que la gente que habitaba el lugar y los mismos policías apodaron la calle como Fuego Vivo.


Maracaibo. Calle Comercio, vista desde la Calle Ancha (Compilación. Ebert Romero)

Calle “La Perdición” .- Así se llamó inicialmente la Calle Arismendi. El origen de su nombre se debe al hecho de que antiguamente se veía a la calle como muy retirada del casco central de Maracaibo y como existía mucha vegetación donde predominaban los cujíes, la gente se perdía en esa maraña vegetal, por lo que tenían que ser conocedores del sitio para atreverse a viajar solos. Pasado el tiempo, el lugar se fue poblando, pero por lo aislado del sitio las mujeres prostitutas aprovecharon para residenciarse en ella. A raíz de entonces la calle tuvo doble razón para llevar ese nombre: por la perdida que se echaba la gente para llegar al lugar y por la perdición del lugar con la llegada de las mujeres de vida licenciosa. La calle estaba ubicada específicamente en lo que llamaban el canto de la Cañada Morillo, al final del barrio El Saladillo, detrás del mercado Santa Rosalía. Esta calle pasó luego a llamarse Calle San Isidro. Dicho nombre se lo puso “…el honorable   Sacerdote Felipe Santiago Jiménez, cuando actuó como cura párroco del Templo San Juan de Dios.” Molero (ob.cit: 16). Con el transcurrir del tiempo esta fue denominada Calle Arismendi que actualmente es la Calle 98.

Maracaibo. Ave. Las Delicias en sus orígenes (Colección Fonoteca “Arturo Lares Baralt” del Acervo Histórico).

Calle del “Diablo” .- Esta popular calle, luego se llamó Calle “El Cristo”, viene siendo la misma Calle “Carabobo” (hoy Calle 94).  El nombre de Calle del “Diablo”  lo originó un negrito esclavo de Doña Inés del Basto, cuando en una oportunidad, huyendo despavorido por esa calle, al oír pronunciar el ritual Ave María Purísima  la gente que lo vio afirmaban que de sus ojos brotaba candela y dejó a su paso un  fuerte y penetrable olor a azufre. Según la leyenda, el negrito de Doña Inés no era otra cosa que el mismo pecado en persona, Satanás hecho carne bajo el disfraz de un muchacho abandonado, con el fin tal vez de turbar la vida de piedad y buenas obras de la señora del Basto, pero frustrados los propósitos del mal, no consiguió otra cosa que dar su nombre a la calle por donde un día huyó despavorido hacia el lago, y a la cual se le llamó desde ese día la Calle del “Diablo”. Con el pasar del tiempo esta misma calle pasó a llamarse Calle El Cristo, debido a que en ella residía la familia Figueroa que en el frente de su casa  instalaron una hermosa imagen de Cristo que fue traída desde España y se convirtió en objeto de veneración durante muchos años por todo el pueblo maracaibero de antaño. (Matos, 1967:41).

Macabro nombre que por el de Calle de Cristo la trocó el sabio y virtuoso prelado que todavía recuerda con veneración afectuosa el pueblo maracaibero: el Obispo Lazo de la Vega. Hoy esa céntrica y populosa vía se enorgullece llevando el nombre de aquel noble príncipe de la Iglesia zuliana, pues la mezquina y tortuosa Calle del Diablo no es otra que la actual Calle Obispo Lazo (Sánchez, 1981: 11-12).

Calle “El Cagajón” .- Nombre inicial que tuvo la Calle “El Dátil”, que posteriormente paso a llamarse Calle “Las Palmas”. Actualmente es la Calle 97A, ubicada entre Ave. 13A y 15. Este jocoso nombre nace por la costumbre que tenían los campesinos de pasar con sus burros y mulas por esa calle, que curiosamente se antojaban de vaciar sus excretas en ella, dejándola llena de cagajones. Los campesinos bajaban al mercado o “La Plazuela” a llevar leche y sus productos agrícolas para la venta. Al vaciar sus animales los intestinos en el lugar, también dejaban el aire impregnado del olor tan característico de sus evacuaciones.

Calle “El Dátil” .- Era la misma Calle “El Cagajón”, que posteriormente se le cambio el nombre por el de Calle El Dátil, porque en ella residía un señor de nombre Pedro Trávez, que en el frente de su casa, cerca de la puerta de entrada, se le ocurrió sembrar un árbol de dátil que se desarrolló muy bien y se convirtió en una hermosa palmera que llamaba la atención de todos los lugareños. El Dátil es el fruto que produce la referida palmera. De allí que a la calle se le identificara con ese nombre.


Calles arenosas del Maracaibo de ayer. En tiempos de lluvia se convertían en lodazales (Comp. Ebert Romero)

Calle “Los Biombos” .- Ubicada en el municipio Chiquinquirá. Antiguamente en Maracaibo se usaron mucho los biombos que son una especie de mamparas formadas por varios bastidores articulados. La calle recibe entonces ese nombre porque en ella la mayoría de los vecinos fabricaban bastidores de madera con goznes o cerraduras, que permitían ocultar algo en un cuarto u otra pieza de la casa.

Calle “El Transito”.- Llamada de esa manera, porque por esa calle era por donde pasaban a los finados que traían desde el templo de San Juan de Dios para sepultarlos en el Cementerio Viejo.

Calle “El Sol”.- Se le conocía con ese nombre, porque estaba ubicada en el extremo oeste de la parroquia Chiquinquirá, específicamente en el barrio “El Saladillo”, por lo que recibía, de manera íntegra, los ardorosos rayos del sol poniente. Esta Calle recibió luego el nombre de Calle “Chiquinquirá”.

Calle “Pascualito” .-A esta calle se le denominó luego como Calle Las Artes, debido a que en ella residía un hombre de pequeña estatura con el nombre de Pascual. Su oficio era zapatero y no dejaba tranquilo al vecindario por sus claveteos a los tacones, pero sobre todo a que toda hora del día este señor con una voz estridente y chillona se dedicaba a “cantar” todas las canciones que en ese entonces se ponían de moda. Actualmente es la Calle Nº 95A, entre Avenidas 12 y 13.

Calle Ancha, vista de la Calle Comercio (Compilación de Herbert Romero: 2014)


Calle “Los Tres Cujíes” .- Debo aclarar que algunos cronistas definen esta calle como un sitio. Otros la mencionan como una esquina. Debido a las dudas, creí conveniente incluirla dentro de las calles con nombres populares. Molero Romero (ob. cit.: 14) refiere que esa calle pasó a ser luego prolongación de la Calle Providencia. Esta se encuentra situada detrás del Hospital Chiquinquirá, a una cuadra de la Calle Los Biombos, a continuación de la Calle “El Alto de la Mina”. A ésta, se le dio ese nombre, porque años atrás existían en ella tres frondosos cujíes En ellos, los campesinos que venían de los aledaños de Maracaibo, con sus cargas de productos agrícolas y carnes de cacería, amarraban a sus burros y mulas para iniciar su venta y luego adquirir los víveres necesarios para su subsistencia.  Sobre esta calle, Matos (ob.cit: 56) nos refiere que a la sombra de los frondosos cujíes se reunían los vecinos del lugar a conversar, jugar o pasar la siesta del mediodía. De allí que con el correr de los años quedara el lugar marcado con el nombre de “Los Tres Cujíes”.

Calle Providencia .-Se encontraba cerca de la Calle Los Tres Cujíes. Al sur de ésta, se encontraba el anfiteatro del “Hospitalito”, donde existía un laboratorio en el cual eran depositados los cadáveres. Algunos para experimentar con ellos y otros para realizarles las autopsias.

Calle Periquito a Pie .- Esta calle estaba situada junto al sitio conocido como “La Represa” e inmediata a una plazoleta con el nombre de “Valerio P. Toledo”. En sí, era un tramo pequeño de calle, que venía siendo una desviación de la Calle Padilla. Sobre su origen, Manuel Matos Romero (1967: 55), nos dice que el origen de ese raro nombre para una calle, tiene su explicación natural en el hecho siguiente: “Un campesino llamado Juan Cobo, fue el primero en establecerse en dicha calle, donde fabricó una casita donde tenía un huerto de frutas, verduras y crianza de aves de corral como gallinas y patos, que luego llevaba en un burro a venderlos en la “Plazuela”. Juan Cobo tenía también un periquito al que enseño a hablar. Cierto día que no tenía nada que vender y necesitaba dinero, se vio en la necesidad de ofrecer en venta al periquito en “La Plazuela” donde lo negocio con un hombre que tenía un puesto de venta de animales en dicho mercado. Pasados varios días, el comprador le reclamó urgentemente a Cobo el periquito porque este a su vez lo había puesto en venta y ya le había conseguido un comprador, por lo que le exigió que le trajera de una vez el periquito, por lo que Cobo le manifestó que como tenía el burro enfermo no podía traérselo, por lo que el comprador le dijo “Pues anda a buscar el periquito a pié ahora mismo y me lo traes”. A partir de entonces quedo confirmada la calle con ese nombre.

Calle “Marqués de Santa Cruz” .- Nombre original de la que luego se le llamó Calle Nueva o Calle Ancha y que posteriormente fue más conocida como la Calle Comercio. Actualmente, la nueva nomenclatura la define como Calle 99. Su primer nombre, se le asigno en honor a un gobernador de la Provincia del Zulia en 1799, do nombre Juan Ignacio Armada y que ostentaba el título de Marqués de Santa Cruz. El de Calle Ancha se asigno, porque en aquellos tiempos era la calle más ancha de la ciudad.

La Maracaibo de las Calles de arena (Compilación. Ebert Romero)

Calle “Vargas” .- Este nombre no se le asignó a esta calle por honrar a alguna personalidad o prócer destacados de nuestra historia. Derivó del simple hecho de que existió en ella una botica muy acreditada que tenía el nombre de “Botica Nueva”, porque el apellido de su dueño y fundador era Vargas, de allí que el pueblo empezó a llamarla con ese nombre.

Calle “El Milagro” .- Nombre nacido del acontecido milagro que se dio en la ciudad de Maracaibo en el lugar comprendido entre la Calle Ciencias y Calle Venezuela, en el año 1750, producto de la aparición de la Virgen de Chiquinquirá que se convirtió en la Patrona de los Zulianos, en una tablita que se consiguió una señora molendera de cacao en la orilla del lago y que al llevarla a su casa y usarla como tapa de un tinajón del agua, pudo observar entre un resplandor de luz la aparición de la Virgen. En el sitio que ocupaba la casita se levantó una capilla, luego con la construcción del “Paseo Ciencias” se construyó una especie de nicho en honor a la virgen, para luego desaparecer también al construirse en la zona el parque en honor a la Virgen del Rosario.

 Fuente:   Historia de algunas Calles y avenidas de Maracaibo  Lcdo. Iván José Salazar Zaíd

 Iván José Salazar Zaíd, es:
Miembro del Centro de escritores del Estado Zulia,

Miembro Correspondiente de la Academia de Historia del Estado Táchira

Miembro de la Comisión de Publicaciones de la Academia de la Historia

Miembro de la Cátedra Libre de Historia del Zulia “Dr. Pedro Alciro Barboza de la Torre de la Universidad Alonzo de Ojeda.

Escritor e investigador en historia local y regional Autor de varias obras.

Entre sus obras se encuentra “La mujer en la historia de la gaita zuliana”, auspiciado por la Academia de Historia del Estado Zulia. Este libro posee información muy actualizada sobre la participación de la mujer en la gaita zuliana ya que data de fecha reciente, marzo de 2014, tomando como partida el origen de la gaita y la importancia que tiene para los zulianos en general dicha manifestación folclórica musical.
 

Este libro está actualmente a la venta y para ello deben contactar al Lcdo. Iván José Salazar Zaíd a través de los teléfonos: 0261-7482882 – 0414-6989121.

Los espero nuevamente cuando publique la segunda parte de este artículo que habla sobre la historia de calles y callejones de Maracaibo.  


CALLES VIEJAS
Autor: Abdénago Borjas “Neguito”
Canta: Abdénago Borjas “Neguito”
Gran Coquivacoa


Me despido como de costumbre deseando que desde el cielo Jack nos envíe su bendición y aprovecho para decirles que ya tengo listo el artículo que publicaré el  miércoles 28 de este mes, donde rendiré tributo a este insigne gaitero que cumple ese día un año de su partida a los predios de Papá Dios.

Los quiero mucho, cuídense…

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11 comentarios:

  1. ¡¡¡EXCELENTE!!! Dios y la Chinita lo bendigan, por su publicación de tan bellos y gratos recuerdos.

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  2. gracias por anunciarme, pero por favor agregue "la maracibo de antaño de ebert romero" en facebook, gracias

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  3. gracias por anunciarme, pero por favor agregue "la maracaibo de antaño de ebert romero" en facebook, gracias

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  4. Buenos Días, extraordinario tu trabajo, me permitió recordar donde nací y me crié

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  5. Felicitaciones! Agradezco si disponen de una foto de la Calle El Tránsito de 1950 o 60, detrás de la Basílica.

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  6. Muy valiosa su información. Muchas gracias

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  7. me gustaria ver una foto de la calle jugo

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  8. Buenos días me gustaría ver una foto de la calle mala ley dios y la chinita te bendigan siempre

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  9. Excelente trabajo etnografico. Felicitaciones. Muy buena tu investigación

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  10. No mencionan: Dr Portillo, Dr Quintero, José Ramón Yépez....

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