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.- Carlos Talez y la gaita de tambora



“Bebe “fororo”,
para que te alimentéis,
después no estéis,
flojo como el borojoro.
Bebe forofo… ”


Creo que es más que evidente mi predilección y la pasión que siento por la “gaita de tambora”, no confundir con “tamborera”, son dos cosas diferentes. Aunque debo confesar que en esencia “la gaita” en sus diferentes modalidades, me cautivan y son parte de mi esencia como cultor de ese cadencioso ritmo, sea gaita de furro, gaita de tambora, tamboreras, etc.

Y es en esa búsqueda de valores que representan la gaita en su esencia es que me encuentro con un personaje del cual muy poco se habla en el ambiente de la gaita zuliana y al cual considero que es uno de los más fieles exponente de nuestra “gaita de tambora”.

Se trata del compositor y cantautor Carlos Talez, un artista cuya música, talento y personalidad le ha llevado por el mundo haciendo disfrutar a la gente.

Carlos Talez es maestro de percusión, de danza folclórica y un embajador de la música afro venezolana por la cual  es muy apreciado y ha representado a Venezuela en muchos lugares del mundo, además de ser un gran  intérprete de la música latinoamericana en general.

Actualmente está terminando de producir el segundo disco de su banda en solitario, donde una vez más dirige, interpreta y toca, siendo el compositor de  sus temas. Su estilo propio se caracteriza por una mezcla de ritmos tradicionales con música moderna incluido el flamenco. (World Music)

Su más reciente colaboración es con el conocido artista internacional Franco de Vita y colabora habitualmente con el reconocido artista flamenco Paco Peña, alrededor del mundo con sus espectáculos (flamenco sin fronteras y quimeras) . Además colabora como invitado, en varios proyectos  musicales con artistas reconocidos como: Aquiles Baez, David Moreira, ONJAZZ (Orquesta Nacional de Jazz de España) Daniela Tugues, Diego Álvarez,  Pedro Eustache, Serenata  Guayanesa, Ricardo Sandoval,  Omar Acosta entre otros.

La universalidad de su música se caracteriza, entre muchos otros elementos, por su riqueza rítmica, por su mestizaje, por su eclecticismo, por su rasgo popular y ritmo seductor y contagioso. Esta nueva propuesta de Talez reúne todas estas cualidades y parte del objetivo de potenciar e incrementar la presencia en Europa y en el resto del mundo, de las diversas manifestaciones musicales que conforman el universo cultural de sus raíces. La intención de dar a conocer y reforzar la presencia de la música afro caribeña y latino americana se ha convertido en una necesidad profunda.

Carlos Talez es nativo de Palmarito, estado Mérida, de esa porción que penetra al Zulia hasta el Lago de Maracaibo; donde Gibraltar, Bobures, El Batey, Santa María y San José  juntan su ofrenda al santo negro; donde la tambora, el tamborito y los chimbangles mezclan su estruendor con los cánticos negroides típicos de esa región.

Desde muy pequeño heredó de sus padres y abuelos esa musicalidad innata en esa raza que llegó al Sur del Lago desde el continente africano para quedarse y darnos como legado un sonar de tambores que contagia y hechiza a propios y extraños.

Carlos está radicado actualmente en España desde donde se ha convertido en un embajador de nuestra gaita de tambora con la que cuenta las vivencias de un pueblo que lo vio nacer entre penas y alegrías.

Dejaré que sea el mismo que cuente su historia a través de un video, en el cual nos traslada en cada episodio con una narrativa maravillosa llena de encanto y musicalidad.


MAKING OFF CARLOS TALEZ

Cabe destacar que Carlos cuenta con un acompañamiento musical de primera; con músicos llenos de un profesionalismo que nos contagian con su ejecución y virtuosismo.



COLINA Y LA MONA

Cierro esta presentación con otra gaita de tambora donde Carlos Talez nos llena de sentimiento y por qué no decirlo también de tristeza y melancolía (no pude evitar que se me aguaran los ojos al escucharla), pero a la vez nos contagia con esa fuerza arrolladora de su música al cantarle al ser que le dio la creación y moldeo su carácter talentoso.


ELODIA

Además de la gaita tambora Carlos Talez interpreta otras variedades del tambor afro venezolano con una fuerza arrolladora que da el lembé con un resonar de cuero y madera que hace vibrar la humanidad del que lo escucha. Un ejemplo de ello es este video que muestro a continuación.


HAY UN BOMBO

Indudable la calidad de los músicos que acompañan a este embajador del tambor afro venezolano es digna de elogios .    

Seguiremos encontrándonos más adelante para continuar exponiendo la raíz y esencia de lo que hoy en día ha sufrido paulatinamente una transformación para convertirse en lo que ahora se conoce como “tamborera”. 

Me queda la dicha de saber que mientras sigan existiendo personas como Carlos Talez la gaita de tambora no perderá su vigencia.

Carlos, aunque me dices que: “no tienes que darme las gracias,  por lo que es mi forma de vida y hago con tanto placer”,  creo que mereces este reconocimiento que humildemente te dedico por el grandioso aporte que musicalmente haces, no solo a la gaita de tambora y al tambor afro venezolano sino a nuestro querido país: VENEZUELA.

Carlos, para despedirme te dejo un recuerdo de la tradición de tu pueblo.


GAITA DE TAMBORA EN PALMARITO



Que mi santo negro te proteja y que la China te cubra con su manto.

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4 comentarios:

  1. Un extraordinario descubrimiento para mí el día de hoy... Gracias Decano! #TalentoAl100Venezolano

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  2. Admirado Decano, muy interesante tu artículo, solo una acotación; la gaita tambora no existe, existe La Gaita de Tambora.
    Para mejor divulgación de lo que aquí expones, sería bueno que corrijas ese error.

    Un Abrazo Afectuoso.
    Por la Gaita y los Gaiteros, se despide,
    El Observador Gaitero. (Froilan Von Pfeifer Richter)

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    1. Gracias mi hermanito, se le agradece.
      Recibe un abrazo de oso palmero de este hermano de sentimiento; gracias por tu presencia en el Blog, gracias por tu comentario.
      Unos la llaman así, otros la llaman “asá” y acepto tu comentario con sencillez y agrado.
      Te comento que también soy asiduo visitante de tus artículos, cuyas apreciaciones comparto.
      Más que un amigo, un hermano: el decano…

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  3. El mar, el calor, ¿existen?
    La mar, la calor, ¿existen?

    Claro que si, ambos existen… la manera de denominarlos en ambos caso no excluyen la existencia de uno o del otro, que es lo mismo.

    Hace muchos años atrás me tocó ir a Bobures a pagar una promesa al santo negro y estuve por esos pueblos de la costa del Sur del Lago, allí encontré gente que me hablaron de la “gaita tambora” y otros de “la gaita de tambora” ambos términos lo usaban indistintamente.
    En los años 71-72 y 73 , “Coquivacoa” en la voz de Nelson Martínez, Dámaso González y Jacinto Rivas hacen mención a “la gaita tambora”:

    GAITA TAMBORA (1970)
    “Por la ribera va una canoa,
    y va tocando el Coquivacoa.
    Para gozar a toda hora,
    canta conmigo
    gaita tambora”…
    “ya con esta se despide,
    ya con esta se despide,
    esta mi gaita tambora…”

    GAITA TAMBORA Nº 2 (1971)

    GAITA TAMBORA Nº 3
    Este es el ritmo de la gaita tambora…
    “Boca chico, boca chucho,
    compadre, que compadrón,
    cante la gaita tambora, mi compa,
    para que goce el bocón…”

    En el correr del tiempo me he encontrado con ambas definiciones, en la cual el prefijo “de” predomina mayormente, pero no me atrevería asegurar que la denominación que lo carece no existe.

    Sin embargo, acogiéndome al comentario de mi buen amigo “El Observador Gaitero” (Froilan Von Pfeifer Richter) hice la corrección pertinente haciendo caso a su observación, sin que esto signifique que lo encontrado en mis investigaciones carece de veracidad.

    Aprovecho la ocasión para enviarle una consideración especial a la labor que viene realizando en pro de la gaita zuliana en la Página amiga “Esencia Gaitera”. Igualmente no puedo dejar por detrás mi respeto y admiración por la columna que en la misma Página desarrolla Francis Blackman. Vaya para ambos el reconocimiento a esa encomiable labor.

    Que mi santo negro los proteja y la china le dé su bendición.

    Más que un amigo, un hermano: el decano...

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