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.- Y volvió a llorar la Virgen

Y volvió llorar la Virgen… hoy 20 de mayo de 2020 se cumplen ya veinte años que Wolfang Romero, a quien de ahora en adelante denominaré como  “El Record Guinness de la gaita, (después diré por qué, es otra interesante historia) compuso el único tema que, según su propia palabra, no debió haber escrito jamás.

Recién cantaban los gallos, serian como a las cinco y media de la mañana, cuando Wolfang recibe la infausta noticia del fallecimiento de “El Parroquiano” Astolfo Romero, de parte de Alfredo Arrieta “El Primacho” , de inmediato dice:

.- “Cari” arreglate para desayunar e irnos inmediatamente a la Funeraria “El Carmen”. 

Cabe destacar que “Cari” es el diminutivo con el que el vate denomina cari-ñosamante a su esposa Lourdes Carisa.

Llegaron allí entre la asombrosa multitud que se encontraba presente en la Funeraria, la “grey” completa dijera el Maestro Aguirre, quien a lo mejor desde arriba contemplaba esa marejada de gente embargadas de tristeza por el fallecimiento del hijo de la Calle Jugo.

Luego de hacer guardia de honor salieron vía a Santa Lucia en caminata por su querida barriada a la que Astolfo tanto le cantó y a la que siempre añoró, para luego regresar al velatorio.

Wolfang notó que Lourdes Carisa, como en realidad de llama su esposa, tenía las piernas bastante hinchadas, producto de la caminata ya que en ese momento estaba en gestación de su hijo Wolfang Daniel, lo que motivó a que regresaran a descansar a su aposento en “La Paragua” donde llegó sin ánimo e incentivo para la creación; pero sucedió aquel enlace (como él lo denomina) entre lo terrenal y lo divino. De inmediato se comenzó a formar la historia en su mente, y se imaginó a “papá Dios”  conversando con Aguirre “El Monumental”:

.- Ricardo hijo, ya no podéis seguir siendo mas el director de esa celestial agrupación que lideras aquí arriba… te necesito en otros menesteres.

.- Mi Señor, con todo el respeto: ¿Entonces a quién  vamos a dejar encargado de eso? Aquí no hay nadie que calce con esas tiras.

.- No sé qué iremos hacer pero te necesito.

.- Bueno Señor, le comento que allá abajo hay un catirito que todo lo que toca lo convierte en oro, vamos a traérnoslo.

Basado en esa historia que recorrió la mente de Wolfang, aunque no suele grabar por tener una buena memoria, inmediatamente agarró el grabador y allí nace su composición.

.- Cari, escuchá esto

Ella medio soñolienta y cansada por el trajín del día le dice:

.- No sé, no tiene llegada…

.- Bueno de verdad que a mí tampoco me parece.

Acto seguido empezaron a pasar por la mente del vate millones y millones de diapositivas, unas tras de otras, una película que fue precisamente la composición.

Cabe destacar que Wolfang no cree en la subjetividad de la composición, igualmente le sucedió cuando compuso “El pájaro Espino”, muchos se le acercaron en aquel momento a preguntarle que si se le había incorporado Ricardo Aguirre al hacerlo, pero no, nada de eso (bueno esa es una historia que ya escribí y está en mi Blog), sin embargo, como cosa curiosa, en esta oportunidad si cree que hubo algo de eso y es significativo que, de tantas gaitas que tiene este ilustre compositor, esta es la única que ha compuesto en primera persona, es “el parroquiano” Astolfo hablando desde que comienza hasta que termina la gaita y, léase bien, es la única gaita, la única que jamás hubiese querido componer: “Y volvió a llorar la Virgen”.

Nota: En ella participaron diecinueve   solistas y aunque no se crea quedaron más de cuarenta que quisieron intervenir en ella.

Les debo el audio ya que estoy resolviendo problemas con los códigos HMTL que me permiten subir audios y vídeos al Blog.


Bueno queridos “gaitómanos” será hasta una nueva oportunidad, cuídense, los quiero mucho… QUEDATE EN TU CASA.  

Jack hermanito, echamos tu bendición.






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