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.- ¿De dónde será? (II)

Como de costumbre, primero que nada, doy la cordial bienvenida a cuatro nuevos miembros de esta cofradía gaitera: Oswaldo Schmilinsky,  Roxanna Petrella, Yanitza Gómez Narváez y a zgomezdp2009. Bastantes gracias por su deferencia con este Blog, espero satisfacer sus curiosidades por la gaita y el folclore zuliano.

Ahora bien, entrando en materia, hoy voy a continuar llevándoles a ustedes la inquietud que les comuniqué en mi reciente escrito “¿De dónde será?. Vengo con una segunda parte que espero aclare algunas dudas que se plantearon y que ha sido objeto de mi investigación por saber de dónde provino el nombre de la “Gaita” (de furro o maracaibera).

Sé que se hace muy difícil, altamente difícil, conseguir libros que hablen sobre el tema, apenas salen son agotados y más difícil conseguir una segunda edición o un segundo tiraje que nunca sale, más aun en estos tiempos. Por ello quiero a través de este Blog llevar a ustedes, cuando se puede, parte o extractos de algunos de ellos, para que la mayoría que no pudieron adquirirlos se nutran con los conocimientos que sus escritores plasmaron en ellos.                

Hay dos de estos libros que he tratado de conseguir y se encuentran agotados:

1) La Gaita En Crónica - León Magno Montiel
2) “La gaita Zuliana: su origen y evolución”.- José Romero, Víctor Hugo Márquez y Arcadio Martínez

Agradezco si alguien sabe dónde puedo adquirirlos.

El segundo de ellos tiene una sección que habla sobre la “Gaita” la cual mi amigo y colaborador  J.V. Machado me hizo llegar y yo les voy a trascribir o copiar para que te forméis tu propio criterio de acuerdo a lo que aquí se plasma sobre el nombre y origen de la gaita zuliana:    

“ 1.1 Origen de la palabra “Gaita”
    
      Investigaciones realizadas por grupos de filólogos y etnomusicólogos, han presenciado la palabra “gaita” proviene de un instrumento musical de viento llamado Oboe, que se utilizaba en la antigua Mesopotamia y norte de África. Estos oboes eran conocidos por la antigua cultura árabe musulmana como “Ghaita o Gaita del Magreb”, y también como “Alghaita” o “Algaita” todas ellas ejecutadas con la técnica de respiración continua entre los pueblos musulmanes de África occidental.
    
      En la relación árabe estos nombres agrupan a los instrumentos de vientos y según Sebastián de Covarrubias en su obra: “Tesoros de la Lengua Castellana o Española” (Madrid, 1611. Red. 1943, p- 325) se expresaba con el verbo “Gayete”, que significa hinchar las mejillas y ponerse colorado, aludiendo a los músicos que adquieren este aspecto, al tocar con la técnica de soplo constante; de allí deriva la palabra en español.

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      Apreciado lector, a estas alturas, ya habrá notado la semejanza lingüística entre las palabras “Gaits”, “Gainda”, Algaida”, “Gayda” con la palabra que estamos estudiando “Gaita”, confirmando el segundo significado que tiene.
      La popularidad de la gaita con fuelle y sin fuelle, conjuntamente con las chirimías, comenzó a partir del siglo XII, posiblemente asociado al esplendor y desarrollo musical de varios lugares de Europa. Muchos modelos de gaita comenzaron a desarrollarse durante esa época. Se dice que Roberto Bruce, rey de Escocia, partió a la Batalla de Bannockburn en 1314, acompañado de gaiteros, logrando la independencia de facto de Escocia frente al Reino de Inglaterra. (Gaita, Wikipedia, Enciclopedia Libre, Wikimedia Foundation, Inc. 2006)
      En Europa, y sobre todo en España, con el devenir del tiempo, la gaita sin fuelle, tocada con el tamboril, así como la gaita con fuelle o bolsa (asturiana o gallega), se convirtieron en parte de su acervo cultural, incluso se han generado expresiones populares, partiendo de esta querencia, tal como lo expresa Carmen Novoa:
     “Estar de mala gaita”, o estar de mal talante.  
     “Venir con gaitas”, traduce traer una respuesta inoportuna.
     “Andar la gaita por el lugar”, señala la indiferencia con la cual se mira una cosa o un hecho que no interesa.
     “Dejémonos de gaita”, equivale a decir, dejemos la jocosidad y vayamos al grano.   
      También existen asociadas a las gaitas tales como: “Alegre como una gaita” y “Sacar la gaita a la ventana” (Refranes y Expresiones del Folclore Nacional Español; María del Carmen Novao González, 1984).

Actualmente, en América, existe la Gaita colombiana con sus conjuntos y compositores, quienes son muy estimados por el pueblo, leamos una pequeña crónica sobre esta amada gaita:

“La gaita es un canto del alma. Es limpia, libre, auténtica, nace de un arroyo, una caricia, un árbol, una mujer, un pensamiento. En ella la inocencia y la picardía coquetean sin cesar, se juntan, se separan. Se combinan o caminan aisladas pero expresan siempre el más íntimo sentir gaitero. El gaitero es pueblo puro. Su ámbito es el campo. Su lenguaje el sentimiento. Cuando se aleja de su entorno lleva consigo la esencia de su aldea. Toca su instrumento con orgullo, baila, toma ron, ríe, mira a los ojos, canta para sentirse contento y hacer felices a los demás.

Un lucero, una flor, un pájaro, un andar femenino, una costumbre, un animal del monte, suelen ser también su inspiración de gaita: 

¡Mi comadre Catalina
su marido José Cueto, 
dejan de comer gallina 
por comerse un mico prieto!     

Es hermoso ver a un gaitero viejo tocando su instrumento. Parece que estuviera chupándose el cielo con su gaita” (Eduardo García Martínez) 

Apreciamos como el sentimiento por la Gaita y los gaiteros de Colombia es muy parecido a lo que sentimos por nuestra Gaita Zuliana; sólo que el conjunto de Gaitas en Colombia recibe este nombre por la flauta que la identifica, ya que los instrumentos y el ritmo son diferentes a Nuestra Gaita de Furro; su ritmo es parecido a nuestra Gaita de Tambora, ya que son medio hermanas.

1.2. La gaita como Instrumento en el Zulia 

       Agustín Pérez Piñango, en una entrevista de prensa en 1981, nos habla sobre el arribo de una gaita (flauta) al Zulia. Textualmente extraemos esta información:

       “A la capital del Zulia la gaita llegó en 1562. Esta era de tres agujeros y con embocadura de taco, del tipo extremeña. Más tarde, en 1574 al ser reconstruida Maracaibo, llegó otra gaita de siete agujeros, con embocadura de lengüeta y doble caña, la del tipo zamorana”. (diario El Nacional, 1981)

Ya para 1898, la gaita en el Zulia era sinónimo de fiesta y los cuatros tipos de gaitas principales ya estaban diferenciadas, sin embargo en un artículo de prensa de la época, encontramos una reseña que evidencia que aun persistía cierta duda en cuanto a lo que se consideraba “gaita”, en algunos círculos en Maracaibo, y un periodista de nombre Placido, del diario El Cronista, aclara la situación.

Tomamos un extracto del libro de Alberto Moreno Urribarry, llamado “La Gaita, Compilación de Textos Extraídos de la Prensa Zuliana del siglo XIX y mediados del siglo XX”, donde un artículo nos evidencia el hecho:

     Autor: Placido
     Título: La Aurora Infantil
     Periódico: El Cronista – Maracaibo 4 de enero de 1898. P.3-4. 

     Una gaita compuesta expresamente para la función de anoche, por el Profesor don Francisco de P. Magdaleno, se cantó por toda la compañía, acompañada a grande orquesta, en el segundo intermedio de la velada. Cualquiera que allende el Lago leyese el párrafo anterior, no hallaría como explicarse la especie que una compañía de zarzuela pueda cantar una GAITA, siendo como es ésta un instrumento y no una composición musical que pueda cantarse; pero designa el canto tradicional, dispuesta a copla y coro, con que la gente del pueblo, acompañándose con el áspero sonido de la zambomba (furro o furruco) y con maracas, expresa sus alegrías y sus penas amorosas, día y noche, sin interrupción en toda la época de Pascuas.”

El  periodista, conocedor del tema, aclara a los lectores que es cierto que originalmente la gaita fue un instrumento, es decir una flauta, pero ha evolucionado del instrumento a la fiesta y de allí a una forma musical llamada “Gaita de Furro” (uno de los tipos de Gaita), conque su música y letra facilitaba la “catarsis” para que el pueblo drenara sus penas amorosas (lo que habla de una gaita romántica o de despecho para esta fecha), y también era el vehículo predilecto para expresar su alegría; además algo muy importante, durante todo diciembre, tanto de día como de noche, la gaita se interpretaba sin interrupción, incluso en enero, ya que la fecha del artículo es 4 de enero. Para este momento (1898), al furro aun se le llamaba zambomba, debido al inmenso parecido de ambos.”   

Fuente: “La gaita Zuliana: su origen y evolución” - José Romero, Víctor Hugo Márquez y Arcadio Martínez

  


GAITAS DE HOY  
Autor: Adalberto Bracho
Canta: Rodrigo Osorio
Conjunto Imperio




GAITA ANTAÑONA 
Autor: Luis Oquendo y Jack Pérez
Cantan: Rayban Zapata, Emigdio Rendón, Ender Sarabia y Jack Pérez
Esplendor gaitero




SABOR DE GAITA 
Autor: Firmo Segundo Rincón
Canta: Simón García
Los Tigres de la gaita




QUÉ CULPA TIENE LA GAITA
Autor: Luis Oquendo Delgado
Canta: Rubén Trujillo
El Numero Uno      

Bueno hermanito, será hasta la próxima…

Por allí estoy haciendo una selección de temas de “Los Chiquinquireños”, para traérselos en un ramillete para ofrendárselos a la China y todos ustedes mis queridos “gaitómanos”; estos “grandes ligas de la gaita” merecen todo nuestro elogio y reconocimiento como el mejor conjunto de gaitas de la bolita del mundo.

Jack, échanos la bendición hermanito…    

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.- La locha

LOCHAS

“Entre mis reminiscencias especiales se encuentra una moneda ya inexistente, la Locha, muy asociada con mis días escolares porque lo que mi papá me daba diariamente para la merienda eran 2 Lochas. 

Desde que tengo memoria hasta poco después de graduarme de economista, en 1972, las monedas eran de cuproníquel (la Puya, con valor de 5 céntimos y la Locha, con valor de 12 ½ céntimos) o de plata (el medio, con valor de 25 céntimos; el real, 50 céntimos, el bolívar, los 2 bolívares y el Fuerte o Cachete, de 5 bolívares).

Siempre me dio curiosidad el valor tan singular de la locha (12 ½ céntimos) y como mi papá sabía mucho de casi todo lo que le preguntara de niño, me explicaba con mucha naturalidad que era la mitad de un medio (Bs 0,25) y que el medio se llamaba así porque era medio real, de manera que una locha era un cuarto de real y por eso le decían también cuartillo… 

Mi pregunta siguiente quería encontrar respuesta a por qué la referencia era el real y no el bolívar completo y él pacientemente me relataba que se trataba de una costumbre que venía desde tiempos de la Colonia; pero, para tratar de de rescatar la predominancia del bolívar, me explicaba que la Locha se llamaba así porque como valía un octavo de bolívar y, como anteriormente a un octavo le decían ochavo (todavía el diccionario de la RAE incluye esa palabra), a la moneda la llamaban “la ochava” y como al decirlo sonaba “lochava”, para abreviar ese nombre pasaron a llamarla simplemente Locha.

Como dije antes,  la Locha también se le llamaba cuartillo pero solamente cuando se juntaba con un real, por ejemplo, era muy común oír decir “real y cuartillo”, es decir 62 ½  céntimos. Incidentalmente, recuerdo que en un programa de televisión del Profesor Néstor Luis Negrón, donde participé como parte del equipo del Colegio San Ignacio (junto con Carlos Pacheco y creo que con Sálvano Briceño), una de las preguntas que pesó para que le ganáramos a nuestros contrincantes fue “¿Cuántos céntimos son real y medio y cuartillo?, a lo que respondimos de inmediato: “¡87 ½ céntimos!”

A pesar de su valor tan pequeño, la Locha tenía mucha aplicación y de allí han derivado expresiones que aún se usan. He aquí algunos ejemplos:

* “Pan de a Locha”, ya que durante mucho tiempo así se le decía a una pieza de pan, de tamaño equivalente a media canilla, también llamado “pan francés”. Poco se ve ahora este pan en las panaderías, de hecho, las maravillas del “socialismo” prácticamente han hecho desaparecer cualquier tipo de pan, razón por la cual en las puertas de las panaderías se ven largas colas a las horas en que van a venderlo, lo que demuestra lo terriblemente vil que era lo que ellos llaman “la 4ª República” (realmente la República Civil o Democrática) porque como siempre había pan y no había que hacer cola para comprarlo, la gente no aprovechaba para socializar en ellas.

* “Me cayó la locha”, expresión que hoy se usa para decir que uno cayó en cuenta o entendió algo. Para entender su uso original hay que saber que en las fuentes de soda o bares habían unos aparatos llamados Rockolas que tenían un discos de vinil de 45 ½ revoluciones, con las canciones de moda (una por cada lado del disco). Para oír la que uno quería había que meter una Locha y, como a veces no caía bien por la ranura, cuando lo hacía y empezaba a tocar la canción seleccionada solía exclamarse ¡Me cayó la Locha!

* “La pregunta de las 64 mil Lochas” A principios de la década de los años 1960 hubo un programa de preguntas donde a cada concursante se le formulaban hasta 5 preguntas, la primera de las cuales premiaba con 4 mil lochas (500 bolívares) la respuesta correcta y las preguntas sucesivas con 8 mil, 16 mil, 32 mil, hasta la pregunta final, muchísimo más difícil que premiaba con 8 mil bolívares, es decir 64 mil Lochas. Hoy se usa esta expresión para calificar una pregunta con respuesta muy difícil de obtener. Ejemplo: Por 64 mil Lochas: ¿Hasta cuándo podrá aguantar el pueblo seguir sufriendo el desastre económico creado por este régimen nefasto?

* “La lucha por la Locha de la leche” Así se llamó el movimiento de consumidores que, a principios de la década de los 1970, se opuso y enfrentó al anuncio por parte de los productores de que el litro de leche pasaría de costar real y medio a costar real y medio y cuartillo, debido a la decisión del Gobierno de aquel entonces de disminuir el subsidio que aquellos recibían para contener el precio al consumidor en real y medio.

De lo anterior hay que decir que Venezuela fue admirada internacionalmente durante no menos de 30 años por los altos niveles de crecimiento económico y de progreso de sus ciudadanos (hasta casi fines de los años 70), a lo cual contribuyó una estabilidad de precios que nos destacó por más de 70 años con una de las inflaciones más bajas y estables del planeta, muy tristemente todo lo contrario de lo ahora sufrimos, con la más prolongada caída económica y empobrecimiento de nuestra historia y con 4 años teniendo la mayor inflación en el mundo.

Los precios eran tan bajos y la locha tan útil que la primera vez que fui a Margarita, cuando me compré mi primer carro, en 1967 (un VW escarabajo de 1960 por el que pagué 3 bolívares de los de hoy), y me aventuré con mi compañero de estudios Orlando Pirona en ese viaje, con los bolsillos vacios, pudimos subsistir porque allá podíamos comprar 2 empanadas de cazón por una locha.

Cuando en mis cursos de la Universidad empezamos a estudiar el tema de la Inflación, inicio relatándole a mis estudiantes lo que no es inflación con un ejemplo personal: cuando empecé a ir al kínder el rey de las golosinas, un Toronto, costaba una Locha.

Cuando egresé de 6º grado (8 años después) un Toronto seguía costando una Locha; cuando egresé como Bachiller, 5 años después, un Toronto seguía costando una Locha; cuando me gradué de economista, 5 años después un Toronto seguía costando una Locha y ese precio se mantuvo por no menos de 4 años más, cuando el Toronto pasó a costa 2 Lochas: fueron no menos de 22 años que un Toronto mantuvo su precio en una Locha… sin que le impusieran un control de precios a la empresa Savoy, simplemente los gobiernos hasta ese entonces, responsablemente y por el bienestar del pueblo, tuvieron disciplina fiscal y un gasto público ceñido a los Ingresos Ordinarios, es decir la fórmula efectiva para evitar la inflación (como dirían nuestros abuelos, arroparse hasta donde llega la cobija).

En cambio ahora los precios varían semanalmente y hoy un Toronto cuesta más de 4 mil bolívares, es decir, más de 4 millones de bolívares de los de antes, o sea: ¡32 millones de Lochas! 

¡Cosas veredes, Sancho!. ”

Fuente: Arlán A. Narváez-Vaz R. 
             Profesor Universidad Central de Venezuela

Al profesor Arlán le falto una expresión que oí algunas veces, cuando era zagaletón: “perdió las tres lochas”. Se utilizaba para significar que una joven había perdido su perdido su virginidad. “Fulana, perdió las tres lochas ‘moniando’ una mata de mango”“ A Zutana le quitaron las tres lochas…”. “Ay papá… se perdieron esas tres lochas”.



LA LOCHA
Autores: Melvin Álvarez y Albis Reyes
Canta: Juan Carlos Arcaya
Swingaitero



LA LOCHA NEGRA 
Autores: Wolfang Romero y Leandro Papi Zuleta
Cantan: José David Aguilary Ángel Sulbarán
Gaita y lago



CUANDO VALÍA LA LOCHA 
Autores: Abner Meneses y José Cheo Gamboa
Cantan: José Nava, Joel Ochoa, José Alberto Bravo y Eliezer Galíndez
Maragaita



QUE NO ME PAGUEN A LOCHA 
Autor: Argenis Sánchez
Canta: Danelo Badell
BachiGaita de San Felipe


LA LOCHA Y LA PUYA 
Autores: Abner 'papa'  Meneses, Gianni Bracho y 'Goyo' Morales
Canta: Rolando Marcano
Siete de la gaita

Bueno mis queridos “pitoquitos”, hasta aquí nos trajo el río…

Jack hermanito, échanos la bendición.

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