La gaita del decano: .- El milagro del Obispo Lazo

La primera iglesia construida por los conquistadores en Maracaibo fue La iglesia Matriz(*); para su construcción su Majestad el Rey donó 200 pesos, en ese entonces la Nueva Zamora de la Laguna era una aldea de chozas pajizas y la ermita tenía techos de eneas y sus paredes eran de frágil bahareque.

Poco a poco, como todos los templos, este se fue modernizando al punto que en 1774, cuando fue visitada por el Obispo Martí, ya contaba con tres naves con paredes de mampostería, columnas fuertes de maderas, techos de maderas cubiertos de tejas, nueve altares y estaban a su servicio: dos curas rectores y un sacristán mayor.

Fue en 1800 que la Iglesia es elevada a Catedral y en 1858 se reconstruye la torre y se le instalas un reloj.

Si alguien se preocupó mucho por su embellecimiento ese fue el Obispo Rafael Lazo de la Vega, en honor del cual fue bautizada con su apellido una de las vías céntricas de Maracaibo.

Existe una leyenda alrededor de este Obispo y los trabajos que este ordenó hacerle a la Iglesia Matriz; se cuenta que:

“los carpinteros trataban de instalar una solera, pero ésta quedaba muy pequeña, por lo que era necesario adquirir otra. En ese momento hizo su aparición Monseñor Lazo. Los carpinteros de inmediato le explicaron lo que estaba ocurriendo y entonces él se puso de rodillas, en actitud piadosa y elevó una plegaria al cielo. Luego, con una beatífica serenidad, pidió a los carpinteros que trataran de colocar nuevamente la solera, y ante el asombro de todos, ésta apareció con su tamaño correcto y exacto.”

A esto se le denomino como “el milagro del Obispo Lazo”.

Nota: (*) Su nombre completo es Santa Iglesia Metropolitana Catedral de los Bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo. Originalmente era una pequeña ermita, pero los primeros muros del templo se comenzaron a construir en 1595. En 1600 la iglesia fue dedicada a los apóstoles Pedro y Pablo, en 1650 se concluyeron las tres naves y la torre. Fue visitada por el obispo viajero Mariano Martí en 1774. Durante los primeros años del siglo XIX fue reconstruida y en 1813 fue elevada a Catedral de la diócesis de Mérida de Maracaibo por el Obispo Lasso de La Vega al ser trasladada la sede episcopal de Mérida a Maracaibo. En 1821 esta sede regresó a Mérida, y no fue sino hasta 1897 cuando el papa León XIII nombra a un obispo para Maracaibo, Monseñor Francisco Marvez.