Los tiempos que tocan vivir son muy difíciles y quiero hacer hincapié a las nuevas autoridades gaiteras a nivel regional (llámense estadales o municipales, FUNDAGRAEZ o IMGRA) para que no caigan en politiquería y cumplan con la dadiva, que otorga a unos pocos cultores y gaiteros; la llamo dadiva, en vez de sueldo, porque su monto es pírrico para mantener un nivel de vida medio aceptable.
Se de casos en los cuales algunos de esos cultores viven casi en la indigencia y de otros que han fallecido en condiciones casi deplorables. Con viviendas precarias, que casi les caen encima y pidiendo ayudas para la compras de medicinas para ellos o sus familiares; muchos con enfermedades crónicas que ameritan medicamentos permanentes los cuales son de muy elevados costos.
Después de muertos les quieren rendir homenajes y hacerles reconocimientos que debieron hacérseles en vida.
Estoy seguro que la historia no termina con la salida de las viejas autoridades y las acusaciones que se escuchan en “radio pasillo”, algunas de ellas infundadas y otras por certificar. Lo cierto es, y pueden escribirlos, que al salir las entrantes también se escucharan los mismos comentarios y será un cuento de nunca acabar en un país donde abunda el “no me des, ponme donde hay”. Honestos hay de ambos lados y pillos también.
Que mi santo negro proteja aquellos que sin ser ni de uno ni de otros, sólo han trabajado toda su vida en pro de la cultura y dando lo mejor de sí. Muchos de ellos no son políticos a pesar que han elevado, en su canto, la voz de protesta contra los gobernantes de turnos; porque, como digo yo, al igual que el humorista, el gaitero está para llevar el clamor del pueblo que canta y lucha contra todo aquel que no cumple con el deber que se le ha impuesto como gobernante.
Sea quien sea, está puesto allí para hacer las cosas bien; ese es el deber ser, por lo que no hay que agradecer sino que protestar cuando lo hace mal. A quien hay que rendirle pleitesía es al cultor, cantante, músico o compositor que de manera desinteresada y con esfuerzo propio dedica su vida a enaltecer el folclor y a brindarle lo mejor de sí al pueblo que tanto adora.
Escribo esto con mucho sentimiento porque conozco actualmente el caso de algunos de estos cultores que en la actualidad están como dicen: “pasando aceite y frenando en el hierro”, sin hallar como hacer para comprar las medicinas que necesitan para su diabetes o para sus problemas de tensión y con la vivienda en condiciones paupérrima de habitabilidad.
“Considero que la cultura no tiene distinción de raza ni nada. Nosotros somos aportadores de la música, sea danza, sea gaita. Somos zulianos, representantes de este pueblo y no merecemos este trato”, manifestó el gaitero Luis Ángel Aguirre.
“Que importa de que hoy vivamos
como en el mismito infierno,
si veis que no progresamos,
¿de qué entonces te quejáis?,
aunque de hambre te muráis,
gritá: ¡Que viva el gobierno!
HÁGASE SU VOLUNTAD
Autor: Abdénago Borjas
Canta: Javier González y Abdénago Borjas
Conjunto: Gran Coquivacoa
ME QUEDÉ EN EL ANTAÑO
Autor: Abdénago Borjas
Canta: Argenis Sánchez
Conjunto: Gran Coquivacoa
DESENCHUFAO
Autor: Abdénago Borjas
Cantan: Varios solistas
Conjunto: Gran Coquivacoa
>>>
mu cierto decano, y es muy triste que muchos gaiteros se vuelvan partidistas, a entrar en ese mundo se deja de ser regionalista, y se convierte en un asalariado que busca complacer a su "gente" que lo puso en el cargo. por eso mi propuesta siempre ha sido crear una fundación pero no dependiente de los gobiernos de turno, sino de la empresa privada, colaboraciones de donde venga, pero que no nos pidan a cambio pleitesía, porque si lo hacen mal, tendrán el reclamo del pueblo en la voz de los gaiteros...
ResponderEliminarGustavo, lo triste es que personas con un valor muy apreciado entre el público gaitero y afamados entre los cultores de este gremio, toman partido por una parcialidad política y se muestran fanáticos de un bando, con el agravante que mezclan su afinidad partidista con su actividad gaitera.
EliminarNo critico su preferencia y adhesión a cualquier tendencia, sea de izquierda, centro o de derecha; lo que se ve feo y no estamos acostumbrado es que se le rinda culto o pleitesía a cualquier gobernante de turno en sus actuaciones y en sus composiciones.
La irreverencia y la protesta es una cualidad intrínseca de la gaita, es parte de su esencia. La gaita zuliana es contraria al “jalabolismo” y su historia está llena de interpretaciones contra este tipo de adulancia.
No tienen idea el daño que se hacen quienes utilizan la gaita zuliana para embelecar gobernantes o formas de gobierno, sea cual sea.
Gracias Gustavo, por tus comentarios.
Nos seguimos viendo en el espejo.