.

.
.

- Historia de un Maracucho en México



" Nota: Los nombres han sido cambiados para proteger a los inocentes.

En mi primer día en México puedo decir que se parece mucho al resto de los días que han transcurridos desde que llegué.

Les puedo decir que han pasado cosas raras, además que parece que estoy viviendo dentro de una novela de Talía por El Canal de las Estrellas. Todos hablan de un raro que a veces me río mucho y otras quisiera que cambiaran el canal y pusieran alguna serie de Warner o Sony. Y hablando de hablar raro, les cuento, si ustedes son maracuchos de esos que prefieren que el resto del mundo hable como ustedes antes que se le pegue un acento foráneo, están pelando y no son los dientes. Aquí se habla de una manera que si un mexicano se fuera a Maracaibo le daría una verga de una vez, y de hecho, comencemos con esa popular y tradicional palabra que si un maracucho no la dice no es maracucho. Resulta que en mi vocabulario, la palabra verga ocupa un lugar privilegiado, en todas sus variantes, usos y abusos (sorpresa, disgusto, emoción, etc.). La cosa es que en este país, esa es una palabra muy fuerte y vulgar, que si me oyera una dama, se espantaría, o si es fuerte, me daría tremendo coñazo (tampoco debe decirse coño y sus derivados). La cosa es que la tengo tan arraigada que montado en un taxi y hablando con otro compatriota, la palabra verga la dije como 10 veces y sólo me di cuenta de ello cuando el taxista preguntó sobre mis preferencias sexuales. Mi compañero (que sabía de paso) sólo se reía, el desgraciao ese. Es que tantas situaciones me pasaron el primer día, como que fui a comerme una vainita y para tomar pedí un refresco (que de paso no le echan hielo y viene más caliente que el cipote), me di cuenta que no me habían traído pitillo y al pedirlo dije: donde tiene un pitillo?, pa’que fue esa verga!!, el tipo me miró de pies a cabeza con una cara que si no fuera mesero me hubiera partido la madre. Aquí se le dice popote. Como también estamos en una época de frío, me estaba congelando (porque salí de jeans y de suéter), así que fui a una tienda a preguntar por las chaquetas, la mujer me mira boquiabierta sin mencionar palabra. Como pensé que no me entendió le volví a decir: Estoy buscando una chaqueta, ¿me las muestra?. La mujer seguía mirándome. Como acaba de pasar el episodio del popote, me imaginé que estaba cometiendo el mismo error. Tuve que pedir disculpas y explicar que era venezolano y que tenía frío y que estaba buscando algo de ropa para el invierno, fue cuando me entendió y me dió a conocer que aquí se le dice chamarra, ya que chaqueta es el sinónimo de Manuela Caraepuño, ustedes entienden.

Ese mismo día en la noche, tuve una entrevista con un posible empleador, y como nos vimos en la zona rosa (zona turística de la ciudad) me dijo si nos íbamos a un restaurante a conversar. Una vez adentro, platicando, comento lo siguiente: ¿que lugares buenos hay aquí en la ciudad si uno se quiere echar unos palitos?, nuevamente dudaron de mi sexualidad (por segunda vez en el día), ya que echarse los palos es tener relaciones con otro hombre. Uff que pena pasé, le expliqué que en Venezuela eso significaba beber, pegársela pues, nuevamente cometí otro error verbal ya que pegársela es irse con una chica y cepillársela. Fue cuando comenté que es muy difícil hablar sin que mal interpreten, que es muy pelúo hablar el idioma, otro error más, pelúo se refiere a cierta zona del cuerpo que muy poco sol recibe, de hecho, ninguno. Beber en México se le dice chupar,término que me mató de risa porque me imaginé al poco de mexicanos machos vernáculos realizando el acto de la felación. Dios mío, no se puede hablar ya. Menos mal que la persona comprendió y me explicó los hechos de la vida. Al final de la reunión me fui a pegármela (maracuchamente hablando ojo!!).

Tampoco se por qué el mundacho me confunde con los argentinos, en Venezuela también me ocurrió mucho en el último año. Confunda pero no ofenda. Si la pinta de árabe que cargo no me la quita ni una cirugía. Y lo peor, que ayer me confundieron con un mexicano, con los cara de guajiros estos, pero cuando me escucharon hablar (sorprendidos por mi verga, la palabra, ojo) se dieron cuenta del error.

Pero definitivamente lo que me cuesta evitar es la palabra verga, la digo en el supermercado, en la calle, en el taxi, en un restaurante, y siempre me callo mirando para todos lados cuando doy cuenta que la dije. Y como somos silenciosos los maracuchos cuando hablamos, magináaaaate.Al maíz le dicen olote o una vaina parecida, al pan le dicen torta, a la torta le dicen pastel y al pastel, pastel. A la cebolla ni me pregunten, al tomate jitomate, a la mandarina N.P.I. Los pescados tiene unos nombres que es mejor guiarse por la forma y el color, los únicos que se salvan son el atún y el salmón. Las carnes ni decir, lo que me recuerda otra situación: llego a un local a comerme mi primer taco mexicano, lo que le pregunto a la señorita de que los tenían, ella me dice: los tacos con arrechera son buenos. Yo le dije: con arrechera? y me contesta que si, y yo le pregunto y que clase de picante tiene ese taco que hasta arrechera tiene? me responde: no tiene picante. Le digo, y porque razón tiene arrechera? a lo que contesta: es lo que tiene, solamente, a menos que le coloques algo adicional. Yo le digo, con la arrechera sola tendrá. Fue cuando me dice, no es arrechera, es arrachera. Yo le pregunto: y eso que es?, es una carne, me contesta, una carne muy suave y jugosa. Ahhhhh!!!! ya estamos hablando el mismo idioma, y ¿no tendrá con lomito? ¿Qué? -me dice ella- ¿qué es eso?. Jum!!, y al pollo como le dicen ustedes?, pollo -me responde riendo.

Otro asunto del idioma, es que aquí los nombres parecen maracuchos, pero de los que les ponen a las carajitas, puras H y X con C por todos lados, nombres innombrables, sobre todo la de las calles. Me cuenta un compatriota que estaba en una calle y lo llaman preguntándole donde estaba, el no supo responder, prefirió decir: te devuelvo la llamada en 5 minutos cuando esté en otra calle porque ésta no la se pronunciar! Aquí cabe decir: Que Dios me agarre confesado, y si me deportan por obsceno, vulgar o por ir en contra de las buenas costumbres y la moral, lo entenderé y regresaré a mi país con la frente en alto, primero muerto que bañado en sangre. "

Fuente: Leonardo Arismendi Blog

Mariachis

"AY MAMÁ"
Canta : Joaquín Bozo
Conjunto "Gaiteros de Tío Monche"




No hay comentarios:

Publicar un comentario