En esta ocasión escribiré sobre alguien que se ha hecho merecedor del reconocimiento y de nuestro agradecimiento por su enorme aporte al folclor zuliano.
Andrés Francisco Molina y Rita Elena Vílchez dieron vida a:
Heriberto Molina Vílchez un 20 de agosto de 1945, en el barrio El Saladillo. Nace en ese momento quien será a través del tiempo un gran vate que pondrá toda su prosa en pos del folclor zuliano y contribuirá con la cultura popular con decimas y composiciones.
Cabe destacar que este escritor, poeta, compositor, publicista, repentista y hasta guionista de TV fue un gran colaborador del recién desaparecido Manuel Graterol Santander “el sapo Graterolacho”, en un suplemento humorístico de los años sesenta llamado el Gallo Pelón, en el que se daban cita grandes humoristas del país.
También se le conoce por su gran amor a la décima, de la cual expresa: “la décima del Zulia tiene una liga entre el bambuco y la danza, pues el ritmo en esta composición no importa”.
Recuerdo su gran malestar cuando empezó la fiebre de copiar los CD originales y empezaron las ventas de los “quemaditos” a invadir todo el país. En ese entonces Heriberto elevó su más enérgica protesta y pedía todo el peso de la Ley para aquellos "empresarios de maletín", como él los llamaba.
Acusaba que el Zulia tenía un patrimonio musical muy grande, pero "ha dejado de crecer, porque los compositores no podemos continuar haciendo música para el Zulia y que sean otros quienes se lleven el dinero. Para quienes sentimos de cerca el problema, nos resulta lamentable ver que una persona que ha dedicado su vida a enriquecer la música, cuando se encuentra enfermo y necesita una operación, por ejemplo, tengan que recurrir a los despachos de gobernantes para pedir favores".
En esa oportunidad compuso la siguiente décima:
EL CHIMBERO Y YO
I
No volveré a componer
otra gaita en esta vida,
porque es tan grande la herida
que ya yo no sé qué hacer,
estoy cansado de ser
de este negocio el pendejo ,
pues mis temas llegan lejos
y el pueblo entero los canta
pero la desgracia es tanta
que limpio llegaré a viejo.
II
Y lo que yo no me explico
es algo que no merezco
pues mientras yo me empobrezco
el chimbero se hace rico,
a la región le dedico
gaitas, guarachas y danzas
y no consigo bonanza
porque la vida es ingrata
en cada disco pirata
se mueren mis esperanzas.
III
Tantas veces le repito
la causa del desespero
que me he vuelto un ayayero
en este horrendo infinito,
con tantas cosas que he escrito
ya yo debería viajar
en avión particular
y con mis grandes tesoros
darle a este pueblo que adoro
un edén para soñar.
IV
La lucha contra el pirata
tiene que ser más constante,
a mí me aplauden bastante
pero él se lleva la plata,
tan bandido es el que mata
como el vil atracador
de nuestro compositor
y ojalá que no me inspire
para hacerme un harakiri
en apoyo del folclor.
Heriberto Molina Vilchez.
Además de ser un gran compositor de décimas también ha sido relevante su aporte a la gaita zuliana a la que ha rendido tributo con su hermosísima trova.
Entre tantas buenas gaitas que ha compuesto una de la que no me canso de escuchar, desde el año 1984, por lo profundo de su contenido y además por la excelente interpretación que hace la “sempiterna reina de la gaita”, es la que oiremos a continuación:
“Padre Luckert
de verdad que es necesario
que ante un gran confesionario,
lleguemos arrepentidos,
que pidamos perdón al Dios querido,
que limpiemos caminos y conciencia,
ponga usted por favor la penitencia…"
“MI RUEGO A LA CHINITA”
Autor: Heriberto Molina
Canta: Gladys Vera
Conjunto Santa Anita.
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Don Heriberto, vaya hacia usted mi más profundo respeto y admiración, que mi Santo Negro y la Chinca le protejan y le den mucha salud.