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- El caballo de mis coplas

Las reglas siempre tienen una excepción, tal es el caso de este Blog, el cual es dedicado enteramente a enaltecer a la reina del folclor zuliano: la gaita de furro y tambora; y a comentar todo lo concerniente a sus compositores, conjuntos, cantantes y demás acontecimientos que giren a su alrededor.
En esta oportunidad me van a permitir salirme del tema para comentar muy tristemente el acontecimiento relativo a la muerte de quien fuese para mí uno de los poetas, vate, coplero, más admirado por este servidor; se trata de la muerte, hoy viernes 11 de junio, de Manuel Graterol Santander en la clínica Rescarven de Caracas, de una neumonía luego de estar internado 2
días en el centro asistencial.
Manuel Graterol era conocido popularmente como “Graterolacho”, era poeta, escritor y humorista, nacido hace 75 años en Turén, estado Portuguesa, el 06 de abril de 1935.
También era conocido jocosamente por sus amigos como “el sapo” y con su humor de siempre lo último que escribió en su Twitter el pasado lunes 7 fue:

“Ahora tengo la garganta
comenzándome a doler

y me dispongo a comer

sin papa el sapo no canta”.


“Graterolacho” , como todo buen llanero, era muy amante de la música venezolana, la cual componía y hasta cantaba. Era un ser excepcional, de una sencillez increíble, amable, como todo humorista y siempre con la copla a flor de labio.



Uno de mis libros favoritos, precisamente es “El caballo de mis coplas”, escrito por el vate en septiembre de 1982. En el cual fue llamado “El último Glosador", por Reinaldo Espinoza Hernández, quien escribe el prologo de dicho libro. Allí también abre la introducción el poeta Ernesto Luís Rodríguez con un verso que dice:

Este Manuel del armonioso acento
cantando alegre por su propia senda,

tiene una fuente lirica estupenda

y el entusiasmo de vivir contento.


Fecundo, laborioso, siempre atento,

sin engaño, ficción o componenda,

llanero fiel a su paisaje ofrenda

el ancho mundo de su pensamiento.


Este Graterolacho es pan del alma,

hijo del horizonte y de la palma,

firme en el rumbo de su vida inquieta.

Y al amparo de altivos ideales,

tiene tres condiciones especiales:

buen trago, buen amigo, buen poeta.

También allí el vate Manuel Salvador Paez, le escribe el “LIMEN” y en una de sus estrofas le expresa:

Manuel, hay que ser poeta
para en medida tan corta,

decir bien lo que bien dices
para tu pueblo y tu gloria,

de aquel paisaje sin limite
de la llanura redonda,

con chaparrales resecos,

como esqueletos de fronda;

de tostados terronales

que fingen sangre en la trocha;

de torcidas tolvaneras

cual columnas salomónicas;

de maracas, cuatro y arpa,

contrapunteo y chipola

en el caney bien barrido

para la fiesta folclórica

en noche de Cruz de Mayo,

tan pagana cuan piadosa;

para captar el paisaje
en rimas de paz bucólica

que en bordones y tiplitos
repican viriles notas.

y también a la amistad
cuando la pena te agobia

cantándole a Víctor Saume

con dolorida congoja…

Les comento que “Graterolacho” era para mí el rey de la glosa; uno de sus adagios decía:
“Se sufre, pero se glosa”.
Una de ellas, escrita en el mencionado libro, que siempre me ha gustado es aquella en la que dice:

Juro por la clara luna
y por todas las estrellas,
que visto mujeres bellas

pero como tú ninguna.


Amor de dedo y sortija
éste de piel y lunar,

de "ayer te sentí pasar

y te vi por la rendija",

amor que la luna fija

cuando no tengo fortuna,

que hace vibrar una a una

las cuerdas de mi cantar,

amor de nunca olvidar,

juro por la clara luna...

Navegando en ese río,

con mucho te digo poco

y en los ojos te coloco

una cuenta de rocío.

sobre los versos vacío
el rumor de mis querellas

y cuando surgen las huellas

las borro en los ojos tuyos

que brillan por cien cocuyos
y por todas las estrellas...


Este amor que voy sintiendo

me quema parte por parte:

encontrarte sin buscarte,

verte sin estarte viendo,
amanecer escribiendo

la historia de mil doncellas,

después de olvidarme de ellas

si estás en mi pensamientos,
y no me vengan con cuentos,

que he visto mujeres bellas...


En las noches de olvidar

el corazón me he sacado

y con él he conversado

sobre la arena del mar,

hoy le he vuelto a preguntar

por tus ojos de laguna

y una respuesta oportuna

me dijo que te dijera:

Mujeres hay donde quiera

pero como tú ninguna.


Bueno, se nos fue “El camaleón mayor”, llamado así también por ser director del semanario de humor El Camaleón ; Dios lo tenga en su predio al lado de otros poetas que también han partido.
Por último pienso que esto fue una mala jugada del destino, fue una equivocación: Se llevaron al “Sapo” que no era… En el Twitter, @Naky le escribió:

Se me arrugó el corazón
como cuaderno e' muchacho,
pues duele hasta la razón
la muerte e' @Graterolacho
Yo expreso lo siguiente:

-->Se nos fue; ¡me duele tanto!
y concibo la razón:
pues me dejó el corazón
como capilla sin santo...

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