La gaita del decano: .- La esquina Mac Gregor

MAC GREGOR: LA ESQUINA MÁS CONCURRIDA.

LA PRIMERA GRAN TIENDA POR DEPARTAMENTOS.

Una imponente edificación construida en 1892 por Ingenieros franceses, bajo los auspicios de don Emilio Mac Gregor, dió nombre a uno de los lugares de mayor tradición.

Su ubicación frente al mercado la convirtieron en el almacén más visitado entre 1930 y 1940.

Aun se conserva la fachada.

"La esquina de Mac Gregor era el corazón de Maracaibo. Por allí pasaba el tranvía que iba hacia Bella Vista y cruzaba en la esquina de RJ Villasmil, al costado del convento, en toda la calle Las Ciencias".

Así describe "el pintor musical del Zulia", Rafael Rincón González, uno de los sitios más emblemáticos de la Maracaibo de ayer: la esquina conformada por la intersección entre las calles Comercio y Colón.

"Allí convergía todo el mundo, no solo la gente común, sino los que estábamos metidos en la música y las artes porque al costado estaba La Zulianita, lugar predilecto de diversión y encuentro de escritores y poetas. Eso se llenaba de gente de todas clases".

La famosa esquina debe su nombre a la edificación construida en 1892 por la firma de ingenieros franceses Trocone y Wendt, bajo los auspicios de don Emilio Mac Gregor, de acuerdo con los datos recopilados en los archivos de la facultad de Arquitectura de la Universidad del Zulia.

La imponente estructura albergó la bodega de Fernando Villalobos y desde 1914 fue residencia del general José María García.

"Su ubicación fue un punto estratégico durante las primeras décadas del siglo XX, debido a que marcaba el arranque de la ruta del tranvía, y se acentuó a partir de 1930 con la instalaci6n de una bomba manual de gasolina en su acera".

Origen:

Emilio Mac Gregor Noboa fue un comerciante zuliano de fines del siglo XIX y principios del XX, fundador de la afamada firma de comercio que llevó su apellido, junto con Alberto Estrada y el apoyo de los García Nebot.

Su famosa esquina fue uno de los sitios predilectos de reunión de los fanáticos de beisbol y de las carreras de caballos.

"En la década del setenta se incendió el edificio y solo quedaron las paredes externas, como fachadas falsas de cinematografía", resaltan Luis Guillermo Hernández y Jesús Ángel Parra en su Diccionario General del Zulia.

Según recuerda el ex funcionario público, de 82 años, Guillermo Castellano, por dentro Mac Gregor era como las tiendas por departamentos que existen ahora porque allí vendían de todo: ropa, pintura, artículos para el hogar y hasta juguetes.

"Era uno de los almacenes donde vendían más barato y además era el más grande, así que siempre estaba muy concurrido por la gente de toda la ciudad.

Al lado estaba un quiosco de revistas del difunto Carlos Quintero, donde se conseguía la prensa".

Azael Soto, comerciante con 53 años de labores en la plaza Baralt, refirió que hace como 40 años en el mismo edificio estaban Calzados Ciro, que era la principal zapatería de la ciudad, Molko y también La Casa Eléctrica Mac Gregor propiamente ocupaba la parte interna posterior.

En el libro “El glorioso ayer”, de Julio Portillo, se dice textualmente: "La casa Comercial Mac Gregor de Jesús García Nebot, entre otros artículos, vendía cámaras fotográficas y películas”. Por los años 30 se acostumbraba a proyectar documentales cinematográficos en sus vitrinas.

Sitio de encuentro:

Frente a la Casa Mac Gregor, tal como permanece hoy, estaba el hotel Victoria y hacia el otro frente el mercado principal. Atrás quedaba la Botica Italiana.

"Era la zona donde se concentraba el comercio, todas las líneas de carros estaban allí. El punto tuvo su mayor auge en la década del 30 al 40 época en la que podía encontrar gente deambulando todo el tiempo, de día y de noche", precisó Rafael Rincón González.

"Allí vi una de las cosas que más me impresionó desde muchacho y es que instalaban unos pizarrones para publicar las noticias de última hora.

Los periódicos de la época, Excélsior, La Información y Panorama, tenían un calígrafo que anotaba con tiza sobre un pizarrón negro todas las noticias que les iban llegando.

Aquí la prensa de Caracas llegaba cada semana, así que la leíamos atrasada porque la traían en barcos: en cambio los pizarrones los actualizaban diariamente y fue así, por ejemplo, que pudimos hacerle seguimiento a la guerra italo-etiope por allá por 1935 0 36".

Anécdota:

El historiador Vinicio Nava Urribarri recuerda que a la edad de 10 años, en 1940, adquirió un cinematógrafo en la tienda Mac Gregor por solo 15 bolívares.

"Intenté establecer una pequeño empresa de proyección de películas en la casa de mis padres que estaba ubicada en la calle Cojoro. EI aparato era de 16 milímetros y tenía un bombillo que consumía toda la capacidad de amperaje de la casa. La primera y última ocasión que intente hacer una proyección de la única película que vendían en la misma tienda hubo un circuito y mi mamá tuvo que devolver los cobritos que había recogido de entrada".

Para Nava Urribarrí, Mac Gregor fue un establecimiento de prestigio, donde se compraban los artículos de cierta importancia que necesitábamos. "Uno decía: eso lo conseguís a que Mac Gregor, además en esa esquina había negocios de todo género".

Los carros ya no pasan por el frente y el mercado también desapareció. Solo el hotel Victoria sigue como fiel vecino y mudo testigo de ese Maracaibo inolvidable, eterno, que en palabras de Rincón González, "Lamentablemente se nos fue".

Fuente: Moisés Arévalo