- Antonio Briñez

ANTONIO BRIÑEZ

Ya en mi primer Tips sobre “Personajes” hablé sobre el poeta Francisco Cano el cual traigo a colación en esta oportunidad para escribir sobre Antonio Briñez, otro poeta cachimbero con asombrosa facilidad para el verso, quien junto con Cano hicieron historia en la ciudad de Maracaibo.
A pesar de que Briñez no sabía leer y escribir correctamente, por carecer de una avanzada educación, éste tenía una virtud para los versos e inclusive llegó a componer Sonetos.
Antonio, el cual era vendedor de café molido en las tiendas de la localidad, tuvo un hijo que fue zapatero, Jesús Briñez Rodríguez, el cual también era un inspirado poeta que llegó a formar parte de los Cenáculos Literarios de su época y que ganó algunos Certámenes de poesía.
Me referí al comienzo de Cano, ya que éste y Briñez tenían gran popularidad y aprecio entre sus coterráneos y era muy común verlos verseando, cuenta que una vez éste le dijo a Briñez:

Antonio, cantá con calma,
no me cantéis tan veloz,
para disputar la palma
del talento entre los dos.

Y Briñez haciendo gala de ese don inigualable le contestó:

Muera la luz que me dio,
que salga el Diablo y me asombre,
si en el mundo existe un hombre
que haga más versos que yo.
Francisco, estoy en la edad
de galana primavera
y hago el verso de carrera
como la electricidad.
Porque yo me estoy creyendo
que si salgo caminando,
el paso que vaya dando
son versos que voy haciendo.

Fueron muchas las veces que estos dos grandes vates se encontraron y hacían alarde de su fecunda inspiración. Con visión materialista Cano le dijo un día:

Dios es el hombre más loco,
siendo el mayor, el más santo,
cuando a unos les da tánto
y a otros les da tan poco.

La respuesta espiritual de Briñez no se hizo esperar:

Todo en el mundo declina,
todo su término tiene,
Dios le da al que le conviene
la protección o la ruina.

En otra oportunidad Francisco le dijo a Antonio:

Dime la razón cuál es
por qué el agua cuando sube
y se condensa en la nube
vuelve a caer otra vez.

Y Briñez de esta manera le dio la contestación:

A la ley de gravedad
obedece su caída,
y así del cielo venida
es a todos caridad.

Cano siempre buscaba enredar a Briñez con preguntas difíciles como la siguiente:

Antonio, quisiera verte
discernir en este instante:
¿Qué misterio hay importante
entre la vida y la muerte?

Por supuesto que Briñez no se quedó atrás y le contestó:

Entre la muerte y la vida
hay un asunto muy serio,
que no me alcanza el criterio
para calcular medida…

Una vez un cliente de una pulpería a la cual él vendía café molido le comento calladamente, mientras se acercaba una señora a la bodega:

.- “Esa señora que está ahí, es usurera, presta cinco a dar siete, hácele un verso”.

Ni corto ni perezoso Briñez entonó:

Dios en el infierno mete
el alma cuando se muera
de la persona usurera
que presta cinco a dar siete.

La señora muy molesta le dijo:

.- Mijo, estáis muy equivocado, pues yo presto cinco a dar seis

A lo que enseguida éste le replicó:

Tampoco te imaginéis
que Dios del libro te borre,
el mismo peligro corre
quién presta cinco a dar seis.

Pasado un tiempo Antonio Briñez se recogió en su casa y dejó de parrandear y de joder por allí, por lo que otro de los poetas cachimberos que lo adversaba le dijo en son de broma:

Sólo quisiera saber
si sois monje o capuchino,
para seguir el camino
y poderme convencer.

Briñez se molestó y le respondió inmediatamente:

El salir no es necesario,
ni yo expongo las razones,
ni esas son atribuciones,
ni cuentas de su rosario.
Viva usted en su vecindario,
bien o mal, sufra su pena,
pero de la vida ajena
no haga extracto, ni se ocupe,
para que después no chupe
caña de salada arena…

Como habrán notado Antonio Briñez fue otro bardo afamado de la región.

"ANTONIO BRIÑEZ Y LOS INGLESES"

Autor: Joaquín Manzano
Canta: Lula López y Pedro Delgado
Conjunto: "Barrio Obrero"