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- Juan García


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JUAN GARCÍA
Fue quizás el más fecundo de los “cahimberos” de la Costa. En los certámenes verbales que se efectuaban en su tiempo, Juan García destacaba por su inspiración y por la fuerza electrizante de sus contestaciones. Nuestros poetas populares eran implacables cuando la rivalidad los colocaba frente a frente. No se iban a los puños, ni echaban mano de verduguillos y puñales tan usados en la época, pero se decían pesadeces personales del más grueso calibre.
Como Juan García era negro y tenía el pelo “aputado”, sus contendores hacían malignas alusiones a este hecho. Incluso Francisco Cano se dedicó a molestarlo en una ocasión, para lo cual le recitaba la conocida estrofa:
Me puse a bañar un negro
a ver qué color cogía,
y mientras más agua le echaba
más negro se me ponía.
Juan García, que no sentía el complejo del color, y por el contrario, solía replicar con energía cada vez que le hacían semejante referencia, le respondió en el acto:
Yo soy negro por herencia
más no he manchado el honor.
Seré negro de color
pero blanco de conciencia.

Soy negro porque es preciso,
porque negro fue papá.
Quiere decir que mamá
no faltó a su compromiso.
Otra vez en El Playón de Palmarito, Cano se burló de él porque se hacía pasar como hombre ducho en las prácticas de la Medicina y recetaba a los campesinos de la Costa, principalmente de los alrededores de San Pablo:
Este negro Juan García
es el Doctor de San Pablo.
El mismo que curó al diablo
que remedio no tenía.
A lo cual el poeta de Bobure le contestó:
Soy Doctor en cirugía
que cuatro años no estudié,
y a tu madre yo curé
de ese mal de la falsía.
Luego en el mismo tono agresivo, se jactó de su “falta de instrucción”:
Si me hubieran enseñado
a leer y a escribir,
ni Cano ni Villasmil
a mi me hubieran ganado.
Y para rematar su presuntuosa defensa, señalaba:
Yo de noche canto bueno
y de madrugada más,
porque voy dejando atrás
musas en el mar sereno.

Finalmente, Juan García, pese a su ignorancia, tenía contestaciones repentistas que causaban asombro. El improvisador analfabeto José Bracho le hizo esta pregunta:
Una pregunta sencilla
hacértela me conviene:
¿cuántos kilómetros tiene
el mundo de orilla a orilla?
Y Juan García reaccionó de inmediato:
Contesta no te doy yo
porque el pretexto es muy grave.
Eso nomás que lo sabe
el mismo que lo formó.
“GRATA RECORDACIÓN”
Autor: Astolfo Romero
Canta: Astolfo Romero y Gustavo Aguado


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