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- Canto a mi china (04)

Coronación canónica.
La Chinita alcanzó su momento estelar el 18 de noviembre de 1942, cuando en virtud del Decreto Pontificio del 16 de julio de 1917, se celebró su coronación canónica y con todo el ritual del caso se colocó sobre la reliquia una corona de 42 centímetros de diámetro, fabricada con ocho kilos de oro 18 quilates y 169 piedras preciosas entre diamantes, esmeraldas, rubíes y zafiros.

Historia de su aparición.
No existe acuerdo sobre la aparición de la virgen, hay muchas versiones narradas por historiadores y cronistas, en nuestro Tips “Canto a mi China” iré dando poco a poco algunas de ellas.
Esta es la historia narrada por Antonio Gómez Espinoza, estudioso de la historia regional, quien asegura que la patrona del Zulia era venerada el 8 de septiembre como “Nuestra Señora de la Laja de Maracaibo”. Este historiador indica que la imagen de la Chinca es una réplica de la “Virgen del Rosario “ de Chiquinquirá (un pueblo indígena localizado al noreste de Bogotá, Colombia), la cual fue un lienzo ejecutado por Alonzo Narvaez en el año 1560. El artista complementó la pintura con la imagen de San Andrés y San Antonio. Con el paso del tiempo la figura se fue borrando del lienzo lo cual lo inutilizó, pero una señora de nombre María Ramos, quien sabia que la imagen había sido estampada allí, lo recuperó y pedía a la Virgen que restableciera su imagen; lo que ocurre el viernes 26 de noviembre de 1586. Desde entonces en el pueblo de Chiquinquirá, Colombia, se venera a la Virgen del Rosario de la Chiquinquirá.
De esta imagen, el Sr. Juan de Andrade ordena una réplica en una madera, la cual trae consigo a Maracaibo y la coloca en una pequeña iglesia que había ayudado a restaurar con sus propios recursos. Esta capilla la pone bajo la protección de San Juan De Dios. Al morir el Sr. Juan de Andrade, esta iglesia queda en ruinas y la Tablita de la Virgen a la intemperie, lo que daña la imágenes que contenía.
Relata Gómez Espinoza que una piadosa mujer entró a la ruina de la ermita y halló la Tablita; sin conocer su contenido se la llevó a su casa para tapar con ella una tinaja de barro que poseía. Pasado el tiempo, la humedad fue quitando las capas que impedían ver la imagen y se fueron aclarando los rasgos de la vieja pintura. Al observar esto la humilde señora colgó la tabla en una pared y con reverencia y piedad le rezaba todos los días.
El 18 de noviembre de 1749, la anciana escuchó golpes secos provenientes del cuadro y vio que del se desprendían rayos de luz e iba apareciendo claramente la imagen de la Virgen y de sus acompañantes San Andrés y San Antonio. Esto atrajo a vecinos y curiosos los cuales testificaron el milagroso hecho, lo que originó peregrinaciones y visitas a la humilde casa.

El gobierno en la persona del Coronel Francisco Miguel Collado y la Iglesia en el entonces obispo de Venezuela Fray Machado y Luna, ordenaron la investigación del hecho al vicario Alberto de Busto, quien constató el hecho milagroso para así ordenar el traslado en procesión de la Tablita hasta la Iglesia Matriz.
Cuéntase que al llegar a la esquina en que la comitiva debía cruzar hacia el este para dirigirse a la Iglesia Matriz, las andadas donde iba el pequeño cuadro, se hicieron tan pesadas que los cargadores no pudieron continuar.
Algunos pensaron que la voluntad de la Virgen era la de regresar a la vieja y abandonada capilla de San Juan de Dios, donde con tanto celos la había cuidado Juan de Andrade y sus hijos. Entonces se ordenó devolver la procesión y al dar la vuelta la Tablita se hizo tan liviana que parecía una carga de plumas o algodón.
Desde ese día Nuestra Señora de Chiquinquirá se encuentra en la Basílica o Templo de San Juan de Dios.


Construcción de la Basílica





"CHINA MIA"
Cantautor:Astolfo Romero/Astolfo David Romero


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