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.- Juan Álvarez Pirela


Uno de los Tips que me agrada hacer en este Blog es el de los “Personajes”, ya que le da un carácter pintoresco al sitio, es ameno y la mayoría de las veces divertido.

Sobre los “personajes” hay bastante tela que cortar, por ejemplo, por los alrededores de la Plaza Baralt existía un vendedor de lotería que como todos los vendedores era muy bullicioso y jocoso a la vez. Este sujeto era lo que llamaban un “triple feo” y en medio de la algarabía que se formaba en la Plaza Baralt(como dice la gaita del recordado Jesús “Chucho” Bravo) el susodicho gritaba:


.- Al que me compre un billete

le regalo mi retrato…

A lo que algún jodedor cachimbero le respondía:

.- Tendrá que ser bien zoquete

el que te acepte ese trato…

Otro pintoresco personaje, al que casi nadie recuerda es Juan Álvarez Pirela, quien según dicen había sido militar cuando joven y había alcanzado el grado de Coronel.

Este sujeto se dejaba unos retorcidos mostachos y una puntiaguda barba, además que vestía de palto-levita y pumpá. Una característica del mismo es que memorizaba estrofas de conocidos poemas, las cuales utilizaba para echársela de culto e impresionar a sus interlocutores.


.- “Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan; mi plumajes es de esos” – Decía a sus amigos de farra, al momento que se metían a refugiarse en algún bar cuando estaba cayendo un palo de agua y empezaban a mojarse.
A pesar que se echaba bastante “palos” no era considerado un borracho de mala muerte, tenía clase, era el clásico bohemio elegante, simpático y sus compañeros de jerga sentían admiración por él. Además era todo un galante caballero y utilizaba su labia para tratar de impresionar a las damas:

.- “A los pies de su belleza escultural este Juan Álvarez Pirela, un trovador, no viejo, que no ha podido en su ventana mora tejer un nido” – Le decía a alguna dama que pasara a su lado.

En una oportunidad fue detenido y enviado al Castillo de San Carlos, para tratar de apartarlo de la bebida, entonces un poeta cachimbero que sabía de su pasantía por el Ejército de la República, le compuso este verso:


Decepciona y da tristeza

que a Juan Álvarez Pirela

lo tengan de centinela

en aquella fortaleza.

Por la sola ligereza

de beber han degradado

a quien tiene bien ganado

el grado de Coronel.


Sus últimos días fueron muy precarios y vivía en la Casa de la Beneficencia de Maracaibo, donde algunos de sus amigos bondadosos lo iban a visitar para saber de su estado, ya que era muy apreciado.
Cuando le preguntaban :
.- ¿Cómo está el amigo Juan?
Este con mucha amargura respondía:
.- ¿Amigos? Es mentira, no hay amigos. La amistad verdadera es una ilusión…

Más adelante continuaremos con otras anécdotas de estos grandes personajes que hicieron vida aquí en el Zulia.



“LA BORRACHERA”

Autor: Johnny Parra

Canta: “Chuchito” Ibarra
Conjunto
Varios Invitados

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